Un decálogo para ayudarnos a cumplir los propósitos de viaje para 2022.

En materia de viajes, no podemos negar que los últimos meses han sido bastante mejores comparados al primer año de la era Covid.

En 2021, muchos planes cancelados o pospuestos finalmente se concretaron. Desempolvamos pasaportes y maletas e integramos los nuevos protocolos de seguridad (prueba de vacunación, cubre bocas, cuestionarios de salud, códigos QR…) a la experiencia de viaje como mejor pudimos.

Ahora, para arrancar un nuevo año con el espíritu explorador a tope, preparamos un decálogo para ayudarnos a cumplir los propósitos de viaje para 2022.

1. La vuelta al mundo (un nuevo destino a la vez)

Aferrarse al happy place y a esas ciudades que siempre nos dan mil y un razones para volver (dígase Nueva York, Los Ángeles o París) siempre es lo más fácil a la hora de planear la vacación. Pero, ¿qué pasa con esos lugares soñados que llevan años en la bucket list o los pueblos chiquitos, cerca de casa, que nunca hemos visitado? Ahora es cuando, nuevo año, nuevos destinos.

2. Menos avión, más road trips

Si bien cada vez son más los países (e incluso las aerolíneas) que buscan motivar a los viajeros a tomar una menor cantidad de vuelos —sobre todo cuando se trata de distancias cortas—, aún hay mucho por hacer para disminuir nuestra huella de carbono. ¿Qué tan difícil es cambiar un vuelo de una hora por un road trip de cinco? O incluso pensar en un plan que se pueda hacer enteramente caminando o en bicicleta. Todo suma.

3. La importancia de viajar consciente

Muy de la mano con el propósito anterior, hoy más que nunca es importante cuestionar nuestro comportamiento como viajeros: a dónde vamos, cómo llegamos, en dónde nos quedamos y qué compramos. Y aunque no siempre se puede planear un itinerario con consciencia, las pequeñas decisiones que tomamos en un viaje sí pueden hacer una gran diferencia (por ejemplo, comer en un restaurante local y no en una cadena o seguir estos tips para generar menos basura).

4. No a los gastos innecesarios, sí a las inversiones inteligentes

Las compras de pánico suelen ser comunes antes de los viajes (que las botas de nieve, que mejor otro traje de baño…) y vaya que nos sacan del apuro. Sin embargo, siempre es mejor evitar los gastos de último minuto y, en su lugar, planear inversiones a largo plazo que nos pueden durar muchos años, ya sea una buena carry on o un porta pasaporte. Mismo caso con los gadgets; por cierto, acá algunos de nuestros favoritos.

5. Ahorrar, ahorrar, ahorrar…

A la hora de planear un viaje, todo es risas y diversión hasta que uno se da cuenta de la cifra final que aparece en la suma del Excel. Y si bien ahorrar es uno de esos propósitos fijos en las listas de Año Nuevo (y también uno de los más difíciles de cumplir), siempre podemos hacer el esfuerzo por evitar los gastos hormiga y, mejor, destinarle un monto mensual a la cuenta de viajes. Poco o mucho, ya es un apartado fijo. Ojo, acá van otros tips que siempre funcionan.

6. No pasar por alto el poder del staycation

Debido a las restricciones de viaje alrededor del mundo, la tendencia del staycation tomó mucha fuerza durante la pandemia. Sin embargo, no hay que descartar la idea de explorar la ciudad propia como un plan de viaje en forma, sobre todo cuando se trata de destinos como la Ciudad de México, donde armar itinerarios de varios días (de preferencia fuera de los lugares y barrios de siempre) es más que realizable. Lo mismo aplica para day trips a lugares cercanos estilo Tepoztlán o Valle de Bravo.

7. Aprender un nuevo idioma (o reforzar uno)

Al igual que el tema del ahorro, éste es otro de los eternos propósitos que, siendo realistas, es complicado de lograr en su totalidad en tan sólo un año. Afortunadamente, son muchas las plataformas y aplicaciones que permiten tener un rápido avance a la hora de aprender un nuevo idioma (aunque sea dominar un par de frases para sobrevivir en el aeropuerto). Por otro lado, no hay que dejar de practicar los idiomas que, en teoría, ya tenemos dominados (ya sea viendo películas sin subtítulos o escuchando algún podcast de manera recurrente).

8. Travel inspo 24/7

Seamos realistas, gran parte de nuestras ganas por conocer x o y cosa (un restaurante, una exposición, un hotel, etc.) vienen de algún post que vimos en Instagram u otras redes sociales. La inspiración viajera puede llegar de todo tipo de cuentas  —arquitectos, músicos, diseñadores, chefs…—; acá algunos de nuestros fotógrafos favoritos.

9. Recomendaciones locales, por siempre

A menos de que un viaje esté motivado por un evento en particular, los itinerarios suelen ser el resultado de una mezcla entre las paradas obligatorias y las nuevas aperturas. Aún así, siempre hay que dejar huecos en la agenda para complementar con recomendaciones locales. Esos lugares inadvertidos, casi siempre fuera de ruta, que sólo conocen quienes viven en el destino día a día (y que suelen convertirse en las experiencias más memorables de todo el viaje).

10. Hola a la era digital

Tras dos años de reuniones por zoom, talleres en línea y maratones de Netflix, podemos afirmar que hasta la persona más tradicional ha tenido que migrar (en menor o mayor manera) a la era digital. En el caso de los viajes, cada vez son más las apps que facilitan nuestras vidas antes, durante y después de un escapada, ya sea para ayudarnos a encontrar ofertas de vuelos, opciones de hospedaje o maneras de dividir los gastos. Acá algunas opciones que vale la pena descargar a la de ya.

Otros propósitos a considerar:

– A veces en solitario, otras con amigos, familia o pareja. Mientras más variados sean nuestros viajes, mejor.

– Siempre hay que mantener los documentos oficiales en orden. Pasaporte y visa con suficiente colchón de vigencia antes de comprar el vuelo.

– Investigación práctica (especialmente en la era COVID, hay que estar al tanto de los requisitos de viaje o restricciones de cada lugar).

– Suscribirse a las revistas y Newsletters. A veces la vieja escuela suelta ese travel hack que uno no sabía que necesitaba.

– Tener un “calendario de viaje”. Marcar las fechas y eventos importantes que nos llamen la atención: festivales, ferias, celebraciones, etc.