El lado B de París: jardines, museos y el rinoceronte de Luis XV

En estos distritos se encuentran algunas de las joyas arquitectónicas, museos y panaderías menos exploradas de la capital francesa.

09 May 2022

Foto: Pía Riverola

París es de esas ciudades interminables que hasta el viajero más curtido no acaba de conocer. Su grandeza y esplendor hacen de cada caminata cotidiana algo extraordinario. Siempre hay un jardín secreto, un museo desconocido, una panadería por descubrir o un edificio al que no se le había mirado con detenimiento.

En ese recorrido más allá de los best sellers de la ciudad como El Louvre, el Arco del Triunfo, el Gran Palais, los Campos Elíseos, entre otros, está el Jardín de Plantas en el distrito V. En esa explanada, además de ver árboles históricos y de apreciar el despliegue de flores (claramente la primavera es la mejor época), en una de sus esquinas se encuentra la galería paleontológica y de anatomía comparada. Si nos guiamos por el nombre, es posible que pasemos de largo. Pero al entrar, todo es tan cinematográfico que será sorprendido por una impresionante horda de esqueletos de animales salvajes y mamíferos marinos, todos albergados en un espectacular edificio de ladrillo, metal y vidrio que fue inaugurado en 1898 para la Exposición Universal de 1900.

Dentro de los especímenes que conforman este batallón, hay que observar el rinoceronte que perteneció a Luis XV, el Diplodocus, que fuera el dinosaurio más largo o el Alosaurus, uno de los grandes depredadores de la era jurásica.

El museo de Historia Natural que se encuentra al fondo del jardín, es otro de los lugares destacados, sobre todo por la impactante sala de la gran galería de la evolución que merece unos minutos de más para contemplarla. Es un plan ideal para todas las edades.

En el mismo distrito y a menos de 15 minutos caminando, se encuentra la panadería La Maison d’Isabelle que en el 2018 obtuvo el reconocimiento al mejor croissant de la capital, ícono indiscutible de la panadería francesa.

En el barrio del Marais, los jardines del Archivo Nacional pasan inadvertidos porque los muros altos que lo rodean no lo dejan observar desde la calle. Una vez adentro, hay que disfrutar de la calma y la belleza. Louis Benech, un paisajista francés fue el responsable de estos jardines, como también del diseño de importantísimos proyectos como los jardines del palacio del Eliseo o los de las Tullerías.

A tan sólo unas cuadras, otro museo que merece una visita es el de La Caza y la Naturaleza que expone la relación del hombre con los animales a través de los tiempos y se apoya de colecciones excepcionales de arte antiguo, moderno y contemporáneo. El edificio en sí es entrañable, un monumento histórico del siglo XVII llamado Hôtel de Guénégaud.

A pocos minutos, acaba de reabrir sus puertas después de más de cuatro años de reformas, el museo Carnavalet que cuenta la historia de París desde la prehistoria hasta la actualidad. Es el museo más antiguo de la ciudad que abrió al público en 1880. Además de su interesante colección permanente, hay exposiciones temporales de fotografía y de arte moderno que ayudan a descifrar el encanto infinito de una de las grandes capitales del mundo.

 

 

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