Cuando decimos “me urge un fin de semana en la playa” o “una escapada de fin de semana al bosque”, en realidad estamos deseando de la forma que sea tener pronto un contacto con la naturaleza. El sueño para todo es el mismo, escapar de la rutina e ir a la playa y por ejemplo realizar una larga caminata para sentir la arena en los pies o tal vez sumergirse en el agua fría de un río limpio y luego contemplar las copas de los árboles en la tarde.
Pero la buena noticia es que además de darnos paz, estar en contacto con la naturaleza es realmente muy bueno para la salud, tanto que no se sólo se debe de hacer ocasionalmente sino muchas veces en el mes. Según un artículo de la revista Scientific Reports, se debe a que pasar dos horas a la semana en espacios naturales , es la cantidad mínima para que represente una mejoría verdadera en los viajeros.
Para realizar esta investigación se analizaron las rutinas de casi 20 mil personas de Inglaterra, y los resultados revelaron que “las personas que habían pasado dos horas o más en la naturaleza la semana previa a la encuesta, informaron tener mejor salud y una mayor sensación de bienestar que las personas que no habían salido en absoluto”, según un artículo del New York Times.
¿Y qué hay de la naturaleza en interiores?
En otro estudio, publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los científicos Seong-Hyun Park y Richard Mattson aseguraron que el contacto de pacientes hospitalizados con plantas de interior ayudó a su recuperación. Hay que destacar que antes no habían ensayos clínicos sobre los beneficios para la salud, respecto al estrés, que tiene para los humanos solo contemplar árboles, aunque sea desde la ventana.
El estudio concluyó que la vegetación, durante el periodo de recuperación, tuvo una influencia positiva que se relacionó directamente con los resultados de salud de la gente. Los pacientes en habitaciones con especies verdes y flores tuvieron índices más bajos de dolor, ansiedad y fatiga, que aquellos que estuvieron en cuartos vacíos. Según los comentarios de los pacientes, “las plantas iluminaron el ambiente de la habitación, redujeron el estrés y también transmitieron impresiones positivas de los empleados del hospital”.
En cuanto a los viajes, hoy más que nunca, rodearse de naturaleza es una gran opción para escapar del estrés de la ciudad. Sin embargo, el artículo de la revista Scientific Reports indicó que no hay relación entre la distancia entre el hogar y el lugar en donde uno se va a bañar de naturaleza; así que ya sea una escapada a la playa o al parque de la esquina, recomendamos que el siguiente viaje sea para visitar a un árbol.
Cuatro Ciénegas, el lugar perfecto para recargar energía en contacto con la naturaleza
Cuatro Ciénegas es “el Galápagos de México”: el valle tiene alrededor de mil especies de flora y fauna, de las cuales más de 70 son endémicas. Muchas de ellas dependen de las (ahora escasas) pozas de agua regadas a lo largo del valle, algunas de las cuales están conectadas por ríos de agua cristalina en los que se puede nadar.
Aquí, también, se encuentran las dunas de yeso; un desierto atípico por el color blanco de sus dunas. Para caminar aquí, los locales recomiendan quitarse los zapatos y tener un contacto directo con la naturaleza, ya que —dicen— está llena de energía.
Aquí te decimos todo lo que necesitas saber para tu siguiente viaje a Cuatro Ciénegas.