Ya es posible ver los frescos de Roma en 3D (gracias a un artista mexicano)

Apreciar el arte fuera de su realidad bidimensional.

27 Aug 2019

Al fusionar el arte con la tecnología, podemos obtener resultados maravillosos que hacen de estas expresiones algo mucho más accesible para todos. Esto permite que las experiencias culturales se democraticen y dejen de ser algo exclusivo de los museos. Los gifs, memes o fotografías en 360 grados son sólo algunos ejemplos de estos formatos que nos llevan a viajar por el mundo del arte de una forma diferente.

Por otro lado, estas herramientas abren las fronteras de lo que es posible, y como consecuencia tenemos artistas cuya creatividad no tiene límites. Un ejemplo puntual de todo esto son las imágenes en 3D, una función que implementó Facebook desde el 2019 y que artistas visuales como el mexicano Erick Glen Boyd Cerezo han sabido aprovechar para apreciar de manera diferente obras como Las Meninas de Diego Velázquez.

Una imagen que cobra vida gracias al 3D

Este joven de 23 años se ha dedicado a crear distintas imágenes en tercera dimensión de diversas obras de arte, como The Audience de James Hoff, las cuales comparte en su perfil de Facebook. A través de dichas publicaciones nos permite apreciar estas pinturas fuera de su realidad bidimensional. La más sorprendente y popular –hasta ahora– es la del fresco La Apoteosis de San Ignacio, de Andrea Pozzo, el cual decora el techo de una iglesia en el corazón de Roma y ya tuvo más de 600 mil likes.

La obra original

La pintura original se encuentra en la iglesia de San Ignacio de Loyola de Roma, cuyos interiores se caracterizan por su saturada decoración, pero sobre todo por el impecable uso de la perspectiva en los frescos que decoran los muros. Esta técnica se puede apreciar mejor en la cúpula falsa del santuario, pues no se trata más que de una pintura en perspectiva que da la impresión de ser un verdadero componente arquitectónico.

Originalmente, la capilla contaría con una cúpula de 17 metros de diámetro, sin embargo, por cuestiones de presupuesto ésta nunca se construyó. Debido a esto, Pozzo tuvo que llenar el espacio con un lienzo que simulara a la perfección esta parte sin edificar (incluso pareciera que un rayo de sol entra por la ventana).

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