Para celebrar nuestros 18 años, invitamos a nuestros amigos y colaboradores más cercanos a compartir sus historias y recuerdos favoritos de Travesías en nuestro especial 18 X 18. Este texto –recomendación de Javier Arredondo, fundador de Travesías Media– se publicó originalmente en el número 5 de Travesías, en diciembre de 2001.

Parece increíble que en México aún existan playas que no están llenas de refinados complejos turísticos que resuelven todo a los visitantes a cambio de que éstos sacrifiquen la tranquilidad y el descanso. Pero las hay.

Mazunte: el Nirvana de la tortuga

Por: Omar López Vergara

Mazunte es uno de los sitios más apreciados por los amantes de las playas alternativas que no necesariamente figuran en las listas de las agencias de viajes. No hay grandes hoteles ni restaurantes de lujo, pero las opciones de alojamiento son cómodas, seguras y baratas. Todo con vista al nítido mar. En Mazunte se duerme tranquilo porque, aunque no lo parezca, los lugareños están siempre al pendiente de la seguridad de sus inquilinos. San Agustinillo, la playa hermana de Mazunte tiene un mar menos iracundo y restaurantes espectaculares: el menú puede incluir langosta termidor, al ajillo o al vapor, camarones en todas las presentaciones y tamaños, pulpos a la mexicana, sopa de mariscos, huachinangos empapelado o tiburón, todo recién pescado.

El mar de Mazunte parece salvaje y lo es, pero basta confiar en la pericia de los lugareños para saber el momento propicio para bañarse. Los niños que venden plátanos son los que advierten cuando el mar está picado… Para leer el texto completo, entra aquí.

Gabriel Bátiz

Zipolite: la playa de los muertos

Por: Omar López Vergara

Zipolite es un sitio electrizante, un lugar en el que los extraños se hermanan al menor contacto, las diferencias raciales o económicas se soslayan, la comida, el agua. el “dope” o la cama se comparten con todo mundo; Zipolite es, sin duda, un museo petrificado del espíritu de comunión de la revolución sexual y farmacológica de los setenta. Sí, se trata de una playa nudista. Pero la tolerancia circula en ambas direcciones. En Zipolite nadie está obligado a nada y es perfectamente posible pasar desapercibido si se quiere. Un ligero aspaviento aleja para siempre a los vendedores y nadie se espanta de ver a alguien vestido: se puede nadar desnudo o con traje de luces, de igual. La también llamada “playa de los muertos” es definitivamente un lugar para jóvenes o para cincuentones trasnochados.

Desde otro punto de vista, el de los propios residentes, no hay mejor lugar en el mundo para vivir. La gente de Zapolite es amable y tranquila… Para leer el texto completo, entra aquí.

Gabriel Bátiz

Chacahua: el mito

Por: Omar López Vergara

Cuenta la historia que durante el virreinato un grupo considerable de esclavos negros organizó un motín a bordo de un buque español y se refugió en un lugar recóndito e inaccesible cerca del cacicazgo de Tututepec; es posible que los cimarrones se quedaran estupefactos al contemplar aquella floresta inacabable, aquella riqueza espectacular de manglar rojo, nopal y mesquite; es posible que al llevar sus lanchas sobre las azufradas aguas de las lagunas decidieran que ésa era su tierra prometida cuando al final se toparon con la boca rompiendo en el mar.

Y aunque se trate de un mito más, es innegable que hay mucho de África en esta alucinante aldea sumida en el calor agobiante de Oaxaca, desconectada del mundo, perdida todavía en la irrealidad… Para leer el texto completo, entra aquí.

Gabriel Bátiz

La Ventanilla: una misión ecológica

Por: Omar López Vergara

A pesar de que la playa es sorprendentemente virgen, de que la arena es casi negra por la abundancia de hierro y de que es factible rentar cabañas para pasar la noche, el atractivo del lugar radica más bien en las lagunas de manglares en las que se pueden observar iguanas, tortugas, garzas reales, garzas tigre, cormoranes, martines pescadores, patos cuello de culebra y otras muchas especies. El mar de Ventanilla no es precisamente manso, y para abordarlo se requiere pericia, instinto aventurero y la constante supervisión de un salvavidas.

Para los menos aguerridos, un paseo a caballo o una caminata por la playa es más que suficiente, admirando la belleza de las formaciones rocosas que originaron el nombre de este lugar… Para leer el texto completo, entra aquí.

Gabriel Bátiz

Maruata, el faro y La Llorona

Por: Jocely Alatorre

La vida en el Faro es más bien “pachorruda”; la mayoría de los turistas están conscientes de que al Faro se va a descansar, a olvidarse de las preocupaciones y a comer mariscos frescos en cualquiera de las enramadas de la playa: camarones, langostinos, ostiones, almejas, langosta, sierra, robalo, etc., todo al gusto del cliente y a cualquier hora del día. A unos minutos del Faro, por un camino de terracería se llega a La Llorona, una playa virgen, pero verdaderamente virgen; su encanto particular y nombre vienen del hecho de que se oyen unos espectrales chillidos que provienen de las pisotadas de los turistas sobre la finísima arena.

Maruata por su parte es, con toda sinceridad, uno de los lugares más hermosos del Pacífico, declarado Reserva Oficial de la Tortuga Marina desde 1986… Para leer el texto completo, entra aquí.

Theda Acha

Yelapa: un paraíso alucinógeno

Por: Jocely Alatorre

La fama de Yelapa todavía atrae a uno que otro despistado que pretende encontrarse otra vez con el paraíso alucinógeno de antaño. Entre los famosas que visitaron la playa en estas lúbricas épocas están Bob Dylan, Elizabeth Taylor, Jack Nicholson, Dennis Hopper y Peter Fonda. Con el paso del tiempo, la inevitable seducción de Yelapa convenció a muchos de quedarse.

Para visitar Yelapa se pueden tomar lanchas en el malecón en Playa de los Muertos, en La Marina o en Boca de Tomatlán (todo esto en Puerto Vallarta). Otra opción es llegar hasta la Boca en camión (hay que tomar el camión que dice Boca/Mismaloya en la terminal de autobuses del sur) o en taxi, caminar hasta la playa y buscar taxis acuáticos… Para leer el texto completo, entra aquí.

Michael Calderwood

Cuyutlán y La Ola Verde

Por: María Vázquez

La ola Verde es uno de los aspectos que hacen de Cuyutlán un conocido pueblo de pescadores de la costa de Colima. No se trata de un superhéroe o de un luchador, sino del efecto que producen, sobre las olas, durante los meses de abril y mayo, unas pequeñas partículas verdes fosforescentes. En esas playas, Emilio “el indio” Fernández rodó sus películas La Red y Erótica. Fue también el lugar preferido del director Alberto Isaac, quien filmó ahí seis de sus 13 cintas.

Además, el lugar es célebre por una gran ola de 20 metros de altura (conocida también como la Ola Verde) que la mañana del miércoles 22 de junio de 1932 sobrepasó la playa 100 metros, llegando hasta la estación del ferrocarril y destruyendo el pueblo… Para leer el texto completo, entra aquí.

Michael Calderwood

San Blas: agua que nace de piedra caliza

Por: María Vázquez

San Blas es un pueblo pesquero situado en el centro de Nayarit, de frente al Pacífico. Su playa, de arena delgada y rojos atardeceres, tiene un oleaje muy atractivo para quienes practican el surf y está limitada por un rompeolas. El camino que lleva a San Blas se extiende unos 64 kilómetros desde Tepic. Es una carretera en buenas condiciones, aunque con muchas curvas y pequeños pueblos (y por lo tanto muchos topes).

San Blas fue un importante puerto para los españoles desde finales del siglo XVI hasta el XIX. Lo usaron, sobre todo, para proteger sus naves de piratas ingleses y franceses… Para leer el texto completo, entra aquí.

Michael Calderwood

La Venecia Nayarita y otros pueblos de pescadores

Por: María Vázquez

A lo largo de la costa de Nayarit se puede encontrar una gran variedad de pueblos de pescadores, provistos de hoteles, restaurantes y enramadas para recibir a quien se aventure por esos caminos; así, es posible disfrutar de playas limpias y tranquilas, rodeadas de lugares que ofrecen comida abundante sin que sea necesario abandonar del todo las comodidades necesarias para una estancia agradable.

Si bien es cierto que hay playas interesantes hacia el norte del estado (Barra Asadero, Bocas de Cachimichín, Los Chorchos), es en el sur donde se concentran las comunidades de pescadores de Nayarit… Para leer el texto completo, entra aquí.

Carlos Sánchez Pereyra

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Foto de portada: Gabriel Bátiz

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