Las carreteras más bonitas de México (viajar entre niebla, árboles y desiertos)

En todo viaje en carretera hay un momento en el que el camino deja de ser una mera superficie y se convierte en parte de la experiencia. Abrir la ventana y dejar que entre el aire; tal vez caliente y seco, tal vez fresco, húmedo, y que el vendaval se sobreponga a la playlist en turno. Detenerse en puntos estratégicos que generaciones de viajeros han determinado como la clave para tener la mejor vista sobre el paisaje y ver, de tanto en tanto, a una vaca detenida en el campo, haciendo lo suyo, sin mirar lo que pasa a su alrededor.

Y ahora, tras varios meses de encierro y en medio de la nueva normalidad, no hay un mejor tiempo para tomar el coche y visitar un destino del país que ahora. En el inter aparecerán multitudes de autopistas, grandes, pequeñas, con las líneas marcadas o difusas. Con esto en mente, elegimos cuatro rutas por México, desde el extremo norte hasta lo último del sureste, para salir a conocer un poco de los paisajes mexicanos y, por qué no, disfrutar de las carreteras.

Cumbres de Maltrata

Este tramo forma parte de la autopista de cuota México-Veracruz, la 150D. En este viaje uno puede literalmente cruzar las Cumbres de Maltrata, un paisaje arrugado y dramático de la Sierra Madre Oriental que marca la transición entre Puebla y Veracruz. De la misma forma que lo hacía el ferrocarril hace 100 años, hay que subir hasta la cima de estas montañas –a 2,500 msnm– a través de vías estrechas y llenas de curvas. Lo especial es que casi todos los días del año hay niebla, por lo que al ascender se puede atravesar la capa de nubes y tener una vista única hacia el valle. Por lo mismo, también se recomienda manejar con cuidado.

Cozumel

Aunque en la práctica es una carretera sencilla que rodea la parte sur de la isla en forma de “U”, en términos técnicos son dos vías diferentes: la Perimetral y la Transversal, y cada una ofrece panoramas muy diversos. La Transversal es una recta que corta la isla por la mitad, en medio de la selva, y brinda acceso al sitio arqueológico de San Gervasio. Por otro lado, el trayecto de la Perimetral que conecta Punta Sur con Playa Mezcalitos, es decir todo el costado oriente de Cozumel, va a pocos metros del mar. Un camino estrecho, flanqueado por plantas y con vista perpetua al horizonte turquesa y las nubes que se deslizan con velocidad por el cielo.

Espinazo del Diablo

Este es el nombre de un tramo de la carretera federal 40, que une a Durango con Mazatlán. Si bien la vía entera abarca desde el nivel del mar hasta 2,750 metros de altitud, hay un pedazo de 10 km que abre el telón a una de las mejores vistas –en especial en época de lluvias, cuando todo es verde– del relieve imponente de la Sierra Madre Occidental: curvas cerradas, niebla, partes que van al borde del precipicio, túneles y –desde 2013– una obra de ingeniería que, si bien recortó el tiempo de conducción unas tres horas, es en sí un mirador. Se trata del puente Baluarte, que mide casi 1,200 metro de largo y se eleva 400 metros sobre el río.

Carretera Transpeninsular

La primera de la lista de carreteras del país, la Transpeninsular recorre todo el brazo de tierra, desde Tijuana hasta Los Cabos. Sin embargo, hay una sección en el sur de Baja California que atraviesa el Área Natural Protegida del Valle de los Cirios. Por decenas de kilómetros no hay nada más que la manifestación más pura del desierto: un terreno casi plano que permite larguísimos tramos rectos de apenas dos carriles, un horizonte de polvo y colinas color ocre, y miles de cirios –cactus largos y altos, similares a las velas– a ambos lados de la carretera. Vale la pena orillarse y acercarse con cuidado a una de estas plantas que, de cerca, cobran una dimensión estoica e inquebrantable.

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Foto de portada: Humberto Arellano / Unsplash

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