Francia, el país en donde Karl Lagerfeld dio vida a su exitosa carrera
El modista alemán murió este 19 de febrero de 2019 en París
POR: Karen Martínez
Karl Lagerfeld odiaba a los niños, a las personas feas –según su perspectiva de belleza–, las selfies y a los hombres de baja estatura. Era talentoso, sí. Es y será una fuente envidiable de inspiración gracias a sus importantísimas aportaciones al mundo de la moda. Pero también podía ser un personaje incómodo y molesto por frases como “Cualquiera que no sea por lo menos trilingüe es un campesino”. ¿Qué tenía Karl contra los campesinos?
Karl Otto Lagerfeldt (le quitó una “t” a su apellido para resonar de manera más atractiva en el mundo comercial) nació en Hamburgo, Alemania, un 10 de septiembre de 1933; o tal vez en 1935, ese dato nunca se pudo confirmar dado que su madre, una mujer igual de mordaz (“Pareces una vieja lesbiana cada que usas sombreros”, le dijo alguna vez) modificó su fecha de cumpleaños durante los primeros años de vida.
Lagerfeldt murió a los (posiblemente) 85 años de edad, el 19 de febrero de 2019 en París. Su legado en la industria de la moda y la cosmética, incluso en la fotografía, no puede ser rememorada sin poner el ojo en Francia, país al que se mudó cuando era todavía muy joven.
El París de Karl
La Ciudad de la Luz fue el principal escaparate del director creativo de Chanel (desde 1983) y de Fendi; ahí encontró la inspiración necesaria para liberar su creatividad y su ingenio. Y es que luego de ser finalista en el concurso International Woolmark Prize en la categoría de Abrigos en 1954, el diseñador francés Pierre Balmain le ofreció su primer empleo en la industria como asistente. Después entró a casa Fendi y creó el legendario logotipo de la marca. Y de ahí a Chanel.
Considerado un auténtico renacentista, se dice que ayudó a convertir a París en la capital de la moda con creaciones que han sobrepasado los límites de las tendencias con piezas como el famoso traje de chaqueta y falda de Coco Chanel o el aclamado vestido negro. Y pensar que cuando llegó a la Maison nadie quería usar sus accesorios ni su ropa.
Francia, la inspiración
Francia se caracteriza por ser un país romántico y bohemio que ha servido como inspiración para decenas de escritores, cineastas, artistas e iconos fashionistas. Por ello no resulta extraño que sea uno de los destinos turísticos más relevantes en Europa.
Dicho lo anterior, y si es que acaso están pensando ir, ya sea por el placer de viajar o simplemente para respirar un aire distinto, esto es lo que no se pueden perder durante su visita:
El Louvre
Con una superficie de más de 60,500 metros cuadrados, el recinto alberga más de 35 mil piezas. El Louvre es uno de los museos más relevantes de Francia, tanto así que recibe un aproximado de 8 millones de visitantes al año.
C.O.Q Hôtel Paris
Este hotel ofrece una de las ambientaciones más peculiares de París con cuartos diseñados para verse hogareños, pero que no dejan de tener una vibra que por momentos intenta jugar a ser kitsch. Obra de Agence Favorite, el eclecticismo de este sitio es un espectáculo de plantas, toques amaderados y paredes oscuras.
La Palette
Sin duda uno de los cafés más parisinos con un gran pasado que lo respalda: La Palette fue frecuentado por celebridades como Picasso, Hemingway y Jim Morrison. En cuanto a la comida, una tabla de quesos y un Chablis son suficientes para disfrutar el lugar. Sin embargo, vale la pena probar el omelettte con prosciutto.
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