Suena lógico que los jaguares en México habiten en las selvas del sureste, ahí donde la vegetación es densa y está siempre verde. Pero para sorpresa de muchos, estos felinos también se encuentran en las zonas montañosas del país, como la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental. Por eso, es una buena noticia anunciar que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) registró recientemente la presencia de jaguares en Tamaulipas.
Se trata de ocho individuos que fueron captados e identificados entre 2017 y 2019 mediante una serie de cámaras trampa. Estas lentes fueron colocadas en rincones estratégicos de la zona, principalmente en el Cañón del Diablo, una región de la Sierra de Tamaulipas, para monitorear el movimiento de dichos animales. Estas nuevas imágenes de los felinos revelan noticias alentadores, ya que hace dos años sólo se tenía el registro de dos felinos; un macho y una hembra.
Asimismo, en el Cañón del Diablo habitan otros felinos más pequeños, no menos importantes que los jaguares. Hablamos del puma, el ocelote, el jaguarundi (el más parecido a un gato) y el margay (que es parecido a jaguar miniatura).
Para los expertos, esto también puede contribuir a que el flujo de jaguares y su posible aumento de población se expanda hacia otras zonas donde se han divisado, como en el Área de Protección de Flora y Fauna Laguna Madre y Delta del Río Bravo, al noreste del estado, y demás vertientes de selva que dan al Golfo de México.
¿Por qué ya no hay jaguares en Tamaulipas?
Hay diversas razones que explican la escasez de esta imponente especie en el norte del país. Una de ellas, la más alarmante, es la fragmentación y la pérdida de su hábitat natural; de ahí que su presencia se haya reducido principalmente a las Áreas Naturales Protegidas. Por su parte, la razón más trágica es la del exceso de cazadores en la región; se cree por ejemplo que los ganaderos los han montado periódicamente para los jaguares no se alimenten de pequeños animales domésticos.
Disfrutar la naturaleza lejos de los jaguares
El sitio más famoso entre los viajeros aventura es la Reserva de la Biosfera El Cielo, ubicada unos 100 km al suroeste del Cañón del Diablo. Aquí hay cuatro ecosistemas: selva, semidesierto, bosque de niebla y de pinos. Estos paisajes le permiten a los viajeros tener contacto con la naturaleza inmediatamente, así como poder contemplar una amplia gama de especies y de plantas.
Desde la entrada al sitio, en la localidad de Gómez Farías, uno puede dejar las cuatro ruedas, para seguir su recorrido por los senderos verdes, ya sea a pie o a caballo, en algunas partes del sitio hay incluso la posibilidad de acampar. Desde aquí también parten excursiones guiadas por expertos que conocen la esencia de este inmenso ecosistema.
Alta Cima es un lugar concurrido dentro de la reserva natural es famoso por ser un punto estratégico en el avistamiento de aves. El cielo tamaulipeco es el hogar de unas 175 especies voladoras, las cuales conforman más del 65% del total de pájaros en la región. Por otro lado, para los entusiastas del agua, lo mejor es dirigirse a Joya de Manantiales, un sitio donde cae una abundante cascada y donde se puede nadar en pozas naturales.
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