La Luna Fría, la última Luna llena de la década (todavía se puede ver)

Falta menos de un mes para que el 2019 se convierta en 2020. La  década está por terminar y empiezan los nuevos años veinte. El cosmos se despidió de la segunda década del milenio con un espectáculo celeste que se pudo presenciar en todo el planeta: la Luna Fría. Esto significa que desde la madrugada nuestro satélite se pudo contemplar en fase completa.

Esta Luna era por demás importante para las culturas originarias porque significaba el inicio de la época de resguardo. En México se contempló la noche del 11 de diciembre a las 23:12, sin embargo la NASA aseguró que se podrá admirar en su estado total hasta el viernes en la mañana. Por su parte, en la zona horaria UTC-5, sobre la que se encuentran Cancún y Cozumel, el fenómeno se manifestó el día 12 del mes 12 a las 12:12 de la madrugada.

Por si fuera poco, este suceso empata con el paso de las Gemínidas por la trayectoria de la Tierra. Una de las lluvias de estrellas más esperadas de cada año, que siempre sucede a finales de otoño.

Una Luna más brillante de lo normal

Los que voltearon a ver el cielo nocturno en días recientes pudieron notar que la Luna lucía más luminosa que de costumbre. En algunos puntos, ahí donde las condiciones de la atmósfera fueron propicias, incluso se pudo apreciar un anillo pálido alrededor del satélite.

Según los astrónomos lo anterior se debió a que el Sol y la Luna se encontraron en extremos opuestos de la Tierra. De esta forma, el astro recibió directamente  y La Luz reflejó con más intensidad. Y aunque no hay ningún efecto real en esta formación de astros, el resultado es una Luna llena redonda y blanca que opaca a las estrellas que se asoman en el cielo nocturno.

Sobre la Luna Fría

Las tribus algonquinas, que hasta la fecha habitan en el noreste de Estados Unidos y sureste de Canadá, tienen la costumbre de nombrar cada Luna llena de acuerdo con las circunstancias naturales y temporales. Por eso, no es extraño que se conozca como Luna Fría, ya que sucede cerca del solsticio de invierno. Por otro lado, las milenarias civilizaciones germánicas del norte de Europa se referían a este evento como la Luna de Roble.

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