Al estar dentro de casa por tanto tiempo, nuestra única comunicación con el mundo exterior son nuestras ventanas. En medio de la contingencia, esos orificios de formas y tamaños distintos han hecho posible que Italia se convirtiera en un escenario colectivo o que dos vecinos en España se hayan hecho amigos de casa a casa. Pero además de darnos la posibilidad de ver el mundo, una ventana es, en la mayoría de los casos, un sitio perfecto para contemplar el universo y viajar a través de sus espectáculos. Para admirar los planetas que brillan en la tarde y, por supuesto, a la Luna en todas sus fases.
Aunque los astrónomos nos han advertido que lo que vemos cuando alzamos la mirada es casi una mera ilusión óptica, lo cierto es que lo que alcanzamos a capturar desde la Tierra es fascinante y hermoso. El paisaje cósmico a veces se acomoda de una forma perfecta y combina en el mismo horizonte planetas, asteroides, constelaciones y satélites.
Un ejemplo magistral de lo anterior se pudo observar en una imagen seleccionada por la NASA como la Fotografía Astronómica del Día (APOD), en la que se puede admirar a la Luna ligeramente iluminada y rodeada por brumas nebulosas que engañan al ojo y le hacen creer que nuestro satélite está rodeado por anillos; círculos idénticos a los que tiene el sexto planeta del Sistema Solar.
No es Saturno… es la Luna
El autor de la imagen es el guatemalteco Francisco Sojuel, quien se dedica a la fotografía de paisajes y es un aficionado de la astrofotografía. Esta toma, la cual se titula Una Luna disfrazada de Saturno, se inmortalizó la noche del 24 de diciembre, justo dos días antes de un eclipse solar que se pudo ver en Medio Oriente y Asia.
La explicación de este genial engaño a la mirada es que durante un breve instante un alargado cúmulo de nubes cirrostratus se atravesó justo delante de la Luna en fase creciente. Esto creó la ilusión de anillos alrededor del satélite. Hay que destacar que este tipo de nubes flotan en el cielo a más de seis km de altura y se componen de cristales de hielo, lo que hace que se vean como un halo de apariencia ligera.
Volcanes, el paisaje de fondo
En la parte inferior de la fotografía se puede ver la silueta oscura del volcán de Pacaya (uno de los 37 que hay en Guatemala), así como luces desperdigadas en la noche profunda que corresponden a pequeños poblados en el campo, momentos antes de que el alba comenzara a aclarar el cielo.
Sojuel tomó esta foto desde el campamento base del volcán Acatenango, según expresó el fotógrafo, tras una caminata de seis horas. La cima de este monte volcánico forma parte de la Sierra Madre de Chiapas y se encuentra a 3 mil 976 msnm. Su última erupción se registró hace más de 40 años; sin embargo su vecino, el Volcán de Fuego, expulsó lava apenas el 3 de junio de 2018 y ocasionó la evacuación de miles de guatemaltecos.
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Foto de portada: Francisco Sojuel
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