Aunque todavía falta un año, no es demasiado pronto para celebrar que la Ciudad de México, junto con su área metropolitana, ya no permitirá el plástico de un solo uso. Esto no es más que una buena noticia, ya que con ello se espera que se disminuyan las 13 mil toneladas de basura que se generan a diario en una metrópoli en la que coexisten más de 20 millones de personas.
Se trata de una reforma al artículo 25 de la Ley de Residuos Sólidos que pasó en el congreso local con 51 votos a favor, una abstención y ninguno en contra. En dicha modificación se prevé que para el año 2021 en la CDMX quedará vetada la comercialización, distribución y entrega de productos de plásticos de un solo uso. Entre estos resaltan los cubiertos, platos, vasos y tapas desechables, globos y las varitas a las que se atan, mezcladores, popotes, bastones de cotonetes, charolas, aplicadores de tampones y hasta cápsulas de café. En cuanto a las bolsas plásticas, su interdicción iniciará desde diciembre de 2020.
Foto: Ashley Lirk
Lo mejor es que esta no es la primera vez que una urbe mexicana se compromete de una forma tan directa para transformar el medio ambiente. Nuestro país está atravesando una serie de reformas que pretenden cambiar nuestra relación con los materiales tóxicos. Eso se puede ver en el caso de Oaxaca, que prohibió el unicel; o la isla de Holbox que fue pionera en iniciativas que quieren frenar el deterioro de los espacios naturales.
¿Cómo usar menos plástico al viajar?
Por desgracia, los viajeros somos una parte del problema. Y es que, para muchos, a veces es inevitable detenerse a comprar comida callejera servida en platitos desechables o entrar a una tienda por una botella de agua. Lo importante en este asunto es que la mayoría de estas acciones tóxicas se pueden evitar si tomamos algunas medidas ecológicas que incluso harán de nuestras estancias experiencias más enriquecedoras.
Foto: Alireza Shojaei
Hay que comenzar por incluir un termo o botella de aluminio a nuestra maleta. Con esto evitaremos el consumo de envases y vasos de plástico, además de que casi siempre es posible rellenarla de agua en restaurantes. Otra acción que podemos tomar es evitar el uso de popotes cuando sea posible o si de plano somos de los que disfrutamos más de una bebida con una pajilla, hay que tener uno de metal. .
Las compras son otro tema. En lugar de aceptar una bolsa en cada tienda o establecimiento que visitamos, lo recomendable es viajar con una mochila de esas que se compactan hasta quedar del tamaño de una pelota de béisbol. De este modo siempre estaremos preparados para cualquier capricho que se cruce en el camino.
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Foto de portada: Manuel Arroyo
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