Muchas de las tradiciones de año nuevo alrededor del mundo sorprenden por su originalidad al celebrar la llegada de un nuevo ciclo. Hoy repasamos algunas de esas costumbres y rituales de inicio de año, que dicen mucho de la personalidad de cada país y de su gente.
Año nuevo en Brasil: tonos blancos y buenas vibras
El nombre que se le da a la fiesta de Año Nuevo en Brasil es Reveillon. En el evento, en lugar de comer 12 uvas comen 3 y, además, acompañan su cena con lentejas para despedir al año viejo y como símbolo culinario de prosperidad. Las familias se visten de blanco para atraer buenas vibras, echan fuegos artificiales y suelen dar paseos por el mar.
El año nuevo filipino: lunares y pasión
Los filipinos suelen celebrar en grande la llegada del nuevo año, con una particularidad: lunares. Por ello, la ropa tanto exterior como interior de las familias debe llevar algunas de esas figuras impresas para que el año venidero sea exitoso en lo material y espiritual; además, la comida debe tener preferentemente forma circular.
Chile: visitas al panteón
En algunas ciudades de Chile visitan los cementerios para que el año nuevo encuentre un umbral dimensional y entre a este plano. La tradición, que se practica especialmente en la región de Talca —en la zona central del país—, consiste en hacer acto de presencia en los mencionados camposantos al filo de las 23:15 horas y celebrar ahí el año nuevo.
Holanda y el chapuzón de Año Nuevo
Los holandeses tienen una helada tradición llamada nieuwjaarsduik: el chapuzón de Año Nuevo. Existen más de 200 municipios en el país europeo donde aventarse a un lago o al mar para celebrar la llegada de año nuevo al puro estilo local. En la playa Scheveningen es donde se realiza el chapuzón helado multitudinario con más de 10 mil asistentes anuales.
Ecuador: tradición de fuego
Los ecuatorianos suelen fabricar una figura de 10 metros de altura y quemarla con pólvora y fuegos pirotécnicos. Por lo general, las principales ciudades se visten de luces y bengalas, y hay desfiles con grupos de música tradicional en la víspera de la celebración.
Dinamarca: salto al nuevo ciclo
En Dinamarca, además de cenar su tradicional pastel de mazapán llamado kransekage, suelen recibir al año nuevo con un salto. Se suben a un lugar elevado—una escalera o una silla—, y justo cuando dan las doce de la noche, dan un brinco que coincide con el cambio en el calendario y con la primera campanada.