Si hablamos en términos geográficos, México es un país con una forma particular pero sumamente identificable. Desde la península noroeste hasta la península sureste, la cultura del país es única y diversa. Y para conmemorar la riqueza del país, la ciudad de Mérida fue elegida como la sede de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz de este año.
Mérida conserva aún una magnífica arquitectura porfiriana, la cual se puede apreciar a lo largo de Paseo Montejo. Foto: Jordán Rodríguez.
Dicha reunión consistió en juntar a los máximos representantes de la paz en el mundo con el fin de crear discusiones y elaborar estrategias pacíficas para el desarrollo, tales como acabar con las guerras, promover el desarme y la reconciliación mundial. La primera Cumbre se llevó a cabo en 1999 en Roma, y este año celebró su edición número 17 –organizada por primera vez en México– después de haber pasado por sedes como París, Barcelona, Berlín, Hiroshima, Varsovia, Chicago o Bogotá.
Mérida, en el centro de los diálogos
Por parte de los asistentes destacaron por lo menos 26 personajes laureados con el Nobel y 14 organizaciones reconocidas por sus labores. Entre ellos destacan figuras como el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos; el activista por los niños, Kailash Satyarthi; la primera jurista iraní, Shirin Ebadi; y la defensora de los derechos indígenas en Guatemala, Rigoberta Menchú, al igual que asociaciones como Amnistía Internacional o la Oficina Internacional por la Paz.
Foto: Jordán Rodríguez
Este año se celebrará la edición número 17 de la Cumbre.
Bajo el lema de Mi huella por la paz, la Ciudad Blanca albergó a la Cumbre del 19 al 22 de septiembre. Los encuentros entre los líderes mundiales giraron en torno a cómo las estrategias de paz a nivel local pueden tener efectos positivos a nivel nacional e incluso global. Asimismo, durante estas fechas hubo un programa educativo titulado Leading by Example, así como talleres de paz dirigidos a universitarios y a jóvenes profesionistas.
Para aprovechar el viaje a Mérida
Esta ciudad de atmósfera húmeda y tranquila es un importante centro cultural en cuanto a la protección, divulgación y conservación de la cultura maya en el país. Una muestra de ello es el Gran Museo del Mundo Maya, que con apenas seis años de haber abierto sus puertas y 1.160 piezas en exhibición –desde libros y textiles hasta objetos de oro y jade– es una visita obligada en la urbe.
El museo es una obra de arquitectura por sí solo. Foto: Gran Museo del Mundo Maya.
Por el lado gastronómico, un ícono de Mérida es la Heladería y Sorbetería El Colón, que aunque hay muchas en la ciudad, la sucursal más emblemática es la que se encuentra sobre Paseo de Montejo. Dese 1907, estos heladeros fabrican nieves frescas de fruta y champolas (una bebida tipo malteada) de sabores típicos como el limón, hasta los más exóticos como chirimoya o nance.
Gran Museo del Mundo Maya: Calle 60 299 E, Unidad Revolución. Sitio web.
Heladería El Colón: Calle 56 47A, Zona Paseo Montejo. Sitio web.
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