Es bien sabido que México es uno de los países con más biodiversidad. Esto se ve en numerosos animales endémicos, como el lobo mexicano, que habita en los entornos desérticos del norte. Otros mamíferos muy presentes en nuestro país son los murciélagos, pequeños seres que, aunque despreciados por el imaginario común, son piezas clave para la supervivencia de selvas y muchísimas especies de plantas, pues son los principales actores durante procesos de polinización, control de plagas de insectos y dispersión de semillas.
Expertos aseguran que, de las más de mil 300 especies que hay en el planeta, 138 encontraron su hogar en diversas cuevas de murciélagos en México, desde la jungla profunda hasta las áridas montañas. Por si fuera poco, de estas 138, 15 son endémicas del país, algo que sin duda llama la atención de la comunidad científica.
Es importante recordar que estos pequeños animales, los únicos mamíferos con capacidad de volar, eran venerados por las antiguas culturas prehispánicas. Representaciones de murciélagos en piezas de piedra, cerámica e incluso jade se han encontrado desde la región de los mayas y tzotziles en el sureste hasta el centro-norte, donde vivían los nahuas, otomíes y huastecos.
Para reconocer su importancia, las autoridades trabajan en la protección de diversas cuevas de murciélagos en México. Si bien dentro de dichos santuarios se incluyen siete cavernas, estas tres son las más llamativos por la cantidad de animales que se resguarda ahí dentro. El espectáculo que crea su salida al atardecer torna al cielo casi de color negro y se llena con un ruido sordo del aleteo de millones de murciélagos que hay que ver una vez en la vida.
Santuario Cueva de la Boca
Nuevo León
A 50 minutos al sur de Monterrey y en la cercanía del pueblo mágico de Santiago, este sitio es casa de tres millones de murciélagos mexicanos de cola libre, aunque tampoco es raro encontrarlos en el norte de Chihuahua, Sonora o Coahuila. Durante verano, en su época de reproducción, su población asciende a unos cinco millones que se alimenta de polillas y demás insectos que, de otra forma, dañarían los cultivos de maíz y algodón de los campos circundantes.
Cueva de los Murciélagos
Campeche
Esta caverna larga, ubicada a 2:15 horas al oeste de Chetumal, se encuentra a los pies de un montículo de roca que acoge a unos cuatro millones de murciélagos de ocho especies diferentes, entre ellas el de cola suelta o el cara de fantasma. Cada anochecer salen volando en un espiral multitudinario en busca de alimento. Al estar en la selva de la Reserva de la Biosfera de Kukulkán, el mayor número de ellos comen insectos, sobre todo polillas, y frutos, con lo que permiten el crecimiento de nueva vegetación.
Barranca de Metztitlán
Hidalgo
Esta cueva de murciélagos se encuentra en la Reserva de la Biosfera Barrancas de Metzitlán (a 1:40 horas al norte de Pachuca). Aquí revolotean alrededor de un millón de 33 especies de murciélagos; la mayoría son guaneros, pero dos de ellas son hematófogos, por lo que se les dice coloquialmente vampiros (no hay de qué preocuparse, pues se alimentan de la sangre del ganado). En este entorno, plagado de cactus y biznagas, la mayoría de estos animales se nutren con polen y néctar y juegan un rol vital en la polinización de muchas plantas.