Comida, Destinos, Reino Unido

Cinco consejos para tomar té como los ingleses (la clave está en el agua)

Desde la temperatura del agua hasta la forma de tomar la taza son aspectos que hay que cuidar

POR: Paola Gerez Levy

El Reino Unido es un país insular por demás apegado a sus costumbres. Según una encuesta de The Grocer, al menos 75% de la poblacióntoma al menos una taza de té diaria. Y aunque eso revelan los números, es correcto afirmar que en este destino hay humanos que beben este tipo de infusiones  más de seis veces al día. Lo anterior posiciona a los ingleses en el tercer lugar mundial de consumo de este insumo, sólo por debajo de los turcos y los irlandeses.

Se dice que fueron los comerciantes holandeses y portugueses los que llevaron las primeras hierbas desde China en el siglo XVI; en ese país las plantas se infusionaban desde hacía siglos. Tras su llegada a Inglaterra, el té se convirtió en la bebida predilecta de la aristocracia y poco tiempo después fue apropiado por la sociedad en su conjunto, incluyendo  las clases populares. Para el siglo XVIII ya era consumido por la mayoría de la población y en el XIX las grandes ciudades del país se llenaron de salones de té, mismos que en la actualidad son visitados por viajeros y locales por igual.

Los salones de té cobraron popularidad en las grandes ciudades inglesas del siglo XIX. Foto: Benjamin Lambert

Después de varios siglos, los ingleses han perfeccionado el arte de tomar té a tal grado que existen reglas que, si bien no están escritas en ningún lado, rigen ese maravilloso ritual de reunirse a tomarlo. Dicho lo anterior y porque tomar infusiones es casi necesario para sobrevivir el invierno, aquí les dejamos una lista de consejos para tomar (y disfrutar) esta bebida tal cuál lo hacen los  británicos.

Foto: Alice Pasqual

¿A qué hora tomar té?

En Inglaterra, esta bebida humeante es bien aceptada a cualquier hora del día, desde la mañana hasta la noche. Al despertar, lo recomendable es beber uno negro, con mayor contenido de teína. A media mañana sigue algo más ligero, como el verde.Een la noche algo sin estimulantes, por ejemplo un herbal o frutal.

Aparte de esto, existe una práctica casi sagrada: el té de la tarde, que se toma entre 15 y 17 horas, y que es una razón infalible para reunirse con personas.

La hoja entera siempre es mejor

Para hacer té, muchos países emplean las famosas bolsitas que no son otra cosa que hojas, pétalos o frutas trituradas. Sin embargo, los ingleses reprochan esta práctica y se inclinan más a las infusiones de hojas enteras porque guardan un sabor más intenso. Es aquí donde entra la sabiduría de los maestros del té; esos expertos que emplean todo su conocimiento para crear todo tipo de combinaciones.

Siempre es mejor recibido un té de hojas completas. Foto: Oriento

Hay que fijarse en el agua

No todos los tés son iguales, por lo que el modo de preparación de tal o cual tipo difiere ligeramente. El secreto está en la temperatura del agua y en el tiempo que toma la infusión. En cuanto a los tés negros y herbales se usa agua en ebullición, mientras que para los blancos, verdes y oolong, lo ideal es que el líquido no esté hirviendo, pues una temperatura tan alta puede quemar las hojas y amargar la bebida.

El ritual de servir el té

La costumbre dicta que lo más apropiado es utilizar una vajilla de porcelana; no obstante, ahora se emplean cualquier tipo de tazas. Sea el caso que sea, es importante recordar que ante un grupo de personas no se sirvan todas las tazas al mismo tiempo; se tiene que verter la infusión una persona a la vez. Por su parte, cada persona decidirá si incluir leche (que idealmente no puede representar más del 20% de la taza) o azúcar.

A la hora de recibir la bebida, hay que tomar la taza por el asa, sin levantar el meñique, y nunca sostenerla entre ambas manos ni soplarle para que se enfríe. Se recomienda beberlo en sorbos pequeños y siempre tener en mente que una taza es poco, mientras que tres ya es demasiado.

El té de la tarde se acompañan de panecillos con crema y mermelada. Foto: Robert Bye

Sin comida, el ritual está incompleto

Para el desayuno o la cena, el té es un complemento, pero cuando hablamos del té de la tarde, los acompañamientos son una parte esencial. Algunos de los antojos tradicionales que se sirven en este momento son pequeños sándwiches de pepino, así como rebanadas de pastel, panquecitos o scones (con nueces, pasas o canela). Siempre hay que probar primero los bocadillos salados y terminar con los dulces.

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Foto de portada: Erol Ahmed

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