Arte, Cultura, Destinos

¿Por qué visitar hoy (desde casa) el alucinante Museo de Dalí en Cataluña?

Hoy se celebran 116 años del natalicio de uno de los surrealistas más famosos en la historia del arte.

POR: Paola Gerez Levy

Esta semana cumpliría 116 años un catalán genial que llegó para revolucionar el curso del arte moderno. Hablamos de Salvador Dalí (1904-1989), un artista que dedicó gran parte de su vida a impulsar y difundir el surrealismo en todas sus manifestaciones; que creó un universo de objetos escurridizos, animales imposibles y paisajes donde el tiempo se derrite. Su legado (artístico, arquitectónico, personal) está en todo el mundo, pero existe un sitio dedicado exclusivamente a sus piezas y a su influencia: el Teatro-Museo Dalí en Figueres, España.

En esta ciudad al norte de Cataluña –casi frontera con Francia– Salvador Felipe Jacinto Dalí y Domenech empezó a pintar. Uno de sus primeros cuadros (que actualmente se exhibe en el Museo Reina Sofía) fue Figura en una ventana (1925), un óleo en el que pintó a su hermana Anna Maria de espaldas, recargada sobre el borde de una ventana, mirando hacia el Mediterráneo. Están en la habitación de una casa en Cadaqués, una playa en donde la familia Dalí acostumbraba vacacionar.

Este cuadro –como gran parte den las obras de Dalí– nos transmite una sensación de inmensidad. Podemos sentir la brisa de la costa y contemplar el horizonte que enmarca el agua. A la vez, resume perfecto este momento de pandemia en el que debemos contemplar desde la ventana lo que pasa a nuestro alrededor.

Afortunadamente, para que no solo observemos la vida pasar, el Teatro-Museo Dalí ha abierto con la intención que rompamos la monotonía de estos días con un recorrido en línea por sus instalaciones. Aquí podremos observar una colección de 1500 piezas que nos demuestran que las leyes están escritas para desafiarlas. 

Un teatro que se convirtió en un museo surrealista

Este ícono arquitectónico de Figueres se terminó de edificar en 1974 de acuerdo a los planos que trazó el mismo Salvador Dalí. Se construyó sobre las ruinas del teatro municipal, el cual quedó destruido tras la Guerra Civil. La idea del artista fue, desde el principio, invitar a todos a ingresar a los lugares más inhóspitos, locos y fantásticos de su cabeza.

Y aunque Dalí nunca lo imaginó, ahora las personas pueden caminar por su imaginación desde cualquier país y sin estar ahí. Se puede visitar todo, incluso esa cúpula redonda y de cristal, que con los años se ha convertido en un emblema no solo del museo, sino de la propia ciudad.

El recorrido virtual, accesible a través de este enlace, comienza en el Vestíbulo y comprende el gran espacio debajo de la cúpula, en el cual se exhibe el telón del ballet Laberinto, estrenado en 1941 en la Ópera del MET, cuyo diseño de vestuario y decoraciones fueron creados por Dalí. La plataforma también incluye tres salas y el Palacio de Viento, donde se puede ver una pintura en el techo que emula a la Capilla Sixtina, pero cuyos personajes son Dalí y su esposa Gala.

¿Puede llover dentro de un espacio techado?

Después se puede conocer el patio donde se exhibe el famoso Cadillac que se transformó en la obra Taxi lluvioso; una instalación en la que la lluvia cae en el interior del vehículo y no desde el cielo. Se dice que este auto fue un obsequio de Gala y que, en su momento, era uno de los seis modelos que circulaban en la época. Asimismo, este espacio exterior está delimitado por un alto muro redondeado de ladrillos con múltiples nichos en los que relucen una serie de estatuas humanas doradas que tienen diferentes posturas.

Foto: Jean Pierre Dalbéra/Flickr

Un poco sobre Salvador Dalí

En un principio, cuando estudió artes en Madrid y Barcelona, el artista se limitó a plasmar un estilo más apegado al realismo y al cubismo español. Inició su carrera en los años veinte, con obras como Figura en la ventana, y no fue hasta finales de esta década que migró a un estilo que se desviaba de la norma. Este cambio se debió a que descubrió los escritos de Freud sobre la relación entre el erotismo y el subconsciente, lo que lo impulsó a unirse al grupo de los Surrealistas de París. También Gala, para quien Dalí tenía 19 apodos, jugó un papel fundamental para el pintor, pues fue su musa desde que se conocieron hasta que murió en 1982.

Su carrera como exponente surrealista le dio la fama que tiene ahora, aunque no le duró toda la vida. Dalí fue expulsado del colectivo parisino a finales de la década de los 30, cuando el fascismo ganaba espacios y su posición al respecto no estaba definida; esto molestó a muchas personas sobre todo por su extraña relación con el gobierno de Franco.

Más adelante en su vida volteó a ver a la pintura renacentista, en especial a la obra de Rafael. Se enfocó en el diseño en interiores de tiendas de prestigio, en joyería y en teatro; de ahí que colaborara más de una vez con la Ópera del MET. Aunque siguió produciendo arte hasta sus últimos años, sus creaciones más icónicas las realizó entre 1929 y 1937.

La tentación de San Antonio, 1946.

¿Te gustó esta nota? Suscríbete a nuestro newsletter aquí para tener acceso a todo el contenido de Travesías.

Foto de portada: Dali Atomicus de Philip Halsman

***

También te recomendamos:
De cuando ocho bailarines se apoderaron del Museo del Prado vacío
El MET nos invita a tomar clases de dibujo en línea ¡gratis!
Museos en México para recorrer en línea gratis (con pirámides incluidas)

 
Array
  • Compartir

Especiales del mundo

Las Vegas Stylemap

Una guía para conocedores