A pesar de que ahora tenemos casi todo lo que queramos a nuestro alcance, todavía prevalecen ciertos eventos por los que hay que esperar, como las flores de temporada. Esto se ve reflejado en los chiles en nogada, cuya disponibilidad de ingredientes los hace posibles a final del verano, o las jacarandas que brotan cada primavera. Sin embargo, este verano es el turno de la buganvilia, una flor de color intenso que lentamente comienza a pintar las ciudades de rosa.
Esta planta crece con facilidad en entornos calurosos, templados y secos. Su cuidado no requiere de mucha atención pues se trata de una especie de hoja perenne que aprovecha la temporada de lluvias para dejar ver sus colores. Cabe mencionar que su belleza es muy engañosa porque lo que vemos como pétalos no lo son; de hecho sus flores son en realidad los tres pequeños brotes blancos que viven en el centro de la buganvilia.
Algunos ejemplares combinan colores.
Dicha facilidad de crecer ocasiona que la buganvilia ya sea una parte del paisaje urbano y residencial de numerosas ciudades del país. Las más comunes son las de color fucsia y moradas, pues son las que mejor aguantan las condiciones de exterior (por eso no es de extrañar que abunden en camellones, bardas de casas o en las banquetas). Sin embargo, existen flores cuyos tonos varían desde el blanco hasta el anaranjado. También hay ejemplares híbridos que combinan dos tonalidades en el mismo arbusto.
¿De dónde viene la buganvilia?
El primer registro histórico que se hizo de esta flor se realizó en 1760. Tras una larga expedición por las selvas de Brasil, el militar y botánico francés Louis-Antoine Bougainville extrajo algunos ejemplares para llevarlos a Europa –y darles su apellido. Con el tiempo, la buganvilia cruzó fronteras y se adaptó sin problemas para formar parte del paisaje de las costas portuguesas, españolas y griegas del Mediterráneo.
Las buganvilias crecen muy bien en el clima mediterráneo, como sucede en Grecia.
En el nuevo mundo estas flores se expandieron por las zonas cálidas de Latinoamérica. Por eso, no es raro encontrar buganvilias en Brasil, Colombia o Perú, así como en ciudades del sur de California donde se utilizan, sobre todo, con fines decorativos en los jardines.
En el caso de México, estas plantas crecen en la región centro y sur. Con el fin de reconocer su belleza hicimos un recorrido por algunas ciudades del país cuyas arterias son protagonizadas por las poderosas buganvilias.
Veracruz
Ciudad de México
Acapulco
Todos Santos, B.C.S.
San Miguel de Allende
Morelia
Colonia Roma, CDMX
Estado de México
Cuernavaca
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