La historia es sabia y sabe en qué momento revelar sus secretos. Un ejemplo de esto es el hallazgo de los guerreros de terracota en China, que emergieron a la luz después de dos milenios. El primer descubrimiento ocurrió en 1974 cuando un par de agricultores cavaban para hacer un pozo en la provincia de Shaanxi. Ahí encontraron figuras humanas hechas de arcilla que representaban magistralmente a los guardias del Primer Emperador Qin Shi Huang, uno de los personajes políticos más relevantes de Asia Oriental.
Aparecieron 200 soldados más
Desde esa época las labores de excavación e inspección continuaron. A lo largo de los años se han hallado varias figuras, y recientemente se dieron a conocer nuevos hallazgos. Aparecieron 12 caballos de arcilla, varios escudos de colores, espadas de bronce, arcos, armas almacenadas en cajas, figuras de bronce como patos, grullas y cisnes (con influencia griega); además de 200 soldados con señas muy particulares. Algunos sostienen un arma, otros están con los brazos doblados y unos cuantos con el puño cerrado. De esta enorme colección hay que destacar que cada militar mide entre 1.70 y 1.80 metros y tiene una expresión facial distinta y un peinado único.
Cerca de estas excavaciones, más al noroeste, los arqueólogos también encontraron un pequeño grupo de esqueletos cuyo ADN procedía de Europa. Dicho descubrimiento revela que los maestros artesanos encargados de crear estas figuras pudieron tener alguna influencia de artistas extranjeros; de exploradores que cruzaron China mucho antes que Marco Polo, cuando todavía no existía la Ruta de la Seda.
El Mausoleo de Qin Shi Huang
Los guerreros de terracota (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) custodian el mausoleo de Qin Shi Huang (todavía oculto), cuya construcción tardó más de tres décadas y requirió las manos de al menos 700 mil personas. Dicho complejo fúnebre mide alrededor de 98 kilómetros cuadrados. Aunque diversos escritos milenarios sostienen que su interior está “lleno de palacios, pabellones y oficinas”, no se ha abierto por motivos de preservación y porque existe la posibilidad que hayan trampas explosivas.
Por suerte, ya es posible visitar esta maravilla de la historia, y es que una parte de las excavaciones están abiertas al público en la ciudad de Xian. Se trata de más de 16 mil metros cuadrados que se componen de tres fosas. Si van con un guía especializado, el recorrido puede durar hasta cinco horas (es ampliamente recomendable).
Sobre el Primer Emperador Qin Shi Huang
El Primer Emperador Qin Shi Huang, también conocido como Hijo del cielo, llegó al trono a los 13 años. Durante su mandato logró conquistar los estados que lo rodeaban y organizó el primer imperio chino unificado. Construyó redes de caminos y canales, y una serie de fortificaciones que luego se convertirían en la base de la Gran Muralla China. También abolió feudalismo y obligó a las familias aristocráticas adineradas a vivir en Xianyang, la capital. Seccionó el país en 36 distritos militares, cada uno con su propio ejército. Estandarizó el lenguaje escrito y las leyes.
Qin Shi Huang era un personaje envuelto en misticismo. De hecho, se cuenta que se embarcó en un gran número de “giras imperiales” en busca de magos o alquimistas que pudieran proporcionarle un elixir de vida.
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