Nuevos hallazgos, cerca de Stonehenge, revelan la cosmogonía del Neolítico (y quizás el monumento prehistórico más grande de Reino Unido)

Un círculo conformado por 20 agujeros colosales en la tierra en Durrington Walls, cerca de Stonehenge, abre nuevas líneas de investigación sobre la vida de los humanos de hace cuatro milenios.

23 Jun 2020

Desde su edificación, hace unos 4500 años, el ahora sitio arqueológico de Stonehenge en Inglaterra ha cautivado a paganos, exploradores, a viajeros y a un sinnúmero de científicos. Y es que la cultura neolítica responsable de su construcción no ha dejado de sorprender al mundo, y una prueba de ello es el reciente descubrimiento de un anillo de agujeros masivos en el suelo que abren nuevas puertas al estudio de su forma de vida y sus creencias.

Se trata de Durrington Walls, donde hace milenios se instaló el asentamiento más grande de Europa, a unos tres kilómetros de Stonehenge, en las llanuras de Salisbury. Si bien este sitio ya es bien conocido, lo que sorprendió recientemente a un grupo de arqueólogos –provenientes de seis universidades– fue una veintena de fosas que rodean el lugar y forman un anillo de dos km de diámetro. Estos agujeros miden 10 metros de diámetro y cinco de profundidad y, según creen los investigadores, fueron excavados para delimitar algún tipo de área sagrada.

Dichos estudios forman parte del proyecto Stonehenge Hidden Landscape, en el que participan decenas de expertos de diversos países en una misión de monitorear el terreno circundante a los megalitos y consolidar más información acerca de los antiguos pobladores de la Edad de Bronce. En palabras de uno de los investigadores principales, este hallazgo “de gran importancia” no tiene precedentes en el Reino Unido, ya que sin duda arroja luz sobre una de las sociedades más enigmáticas del pasado y podría llegar a ser el complejo prehistórico más grande todo el país.

Dibujo de Stonehenge de James Ward en 1845. Foto: Birmingham Museum Trust / Unspash

¿Por qué son importantes estos hallazgos?

Los agujeros en la tierra han existido desde hace unos 4 mil 500 años –del mismo periodo en que se elevó Stonehenge– pero por muchos siglos pasaron desapercibidos como socavones naturales. Sin embargo, no fue hasta hace poco que, con el uso de tecnología de teledetección –como LiDAR– los investigadores se dieron cuenta de que no estaban aislados y que conformaban un aro en torno al centro de Durrington Walls.

Al respecto, el profesor Vincent Gaffney, de la Universidad de Bradfort, dijo a The Guardian que se trata de una “enorme declaración cosmológica y de la necesidad [de las personas prehistóricas] de inscribirla en la tierra”. En una cultura en donde aún no se desarrollaba la escritura, esta fue una la manera perfecta de plasmar conocimiento, en este caso relacionado a las creencias y cosmología.

durrington Walls

Un fragmento de las antiguas paredes de Durrington Walls. Foto: Ethan Doyle White / Wikimedia Commons.

Cuatro milenios atrás, los antiguos moradores no contaban con herramientas más que de piedra, madera o hueso, por lo que uno de los mayores enigmas es cuánto tiempo tardaron en consolidar esta misión titánica. Una de las teorías es que, una vez terminadas dichas excavaciones, permanecieron abiertas a modo de límite: ya sea para mantener alejadas a las persona de un centro sagrado o bien para marcar sus confines, o simplemente para hacer notar la frontera con el territorio de Stonehenge.

Qué sigue en las investigaciones

Gaffney explicó a la BBC que en un futuro probablemente será necesario hacer excavaciones en el sitio, aunque por desgracia cerca del 40% de los hoyos está inaccesible debido que ahora hay desarrollos urbanos sobre ellos, entre ellos Durrington (a 1:40 horas al oeste de Londres). Y si bien hasta ahora se tiene registro de 20 colosales agujeros, medios ingleses reportan que existe la posibilidad de que haya otros 10 que todavía descansan debajo de toneladas de tierra y que podrían salir a la luz en estudios futuros.

stonehenge

Foto: Debbie Grapp / Usplash

¿Te gustó esta nota? Suscríbete a nuestro newsletter aquí para tener acceso a todo el contenido de Travesías.

Foto de portada: Inja Palvić / Unsplash

***

También te recomendamos:
Así se ven 150 años de fotografías en Stonehenge
El palacio de Kulubá: el nuevo hallazgo maya en Yucatán
Así vivían los primeros y (misteriosos) pobladores de México

next