Aquí fue donde Van Gogh pintó su último cuadro

Antes de suicidarse, Van Gogh pintó un cuadro al que título Las raíces de un árbol, hasta ahora se desconocía cuál había sido la inspiración tras esta obra. Sin embargo, durante la cuarentena, el investigador Wouter van der Veen, Director Científico del Instituto Van Gogh, tuvo una revelación y encontró en su archivo una postal antigua en la que aparece el sitio exacto en el que se pintó el lienzo.

Se trata de una imagen en blanco y negro, hecha a principios del siglo XX, en la que se puede contemplar a un hombre, un perro y a un grupo de troncos que serpentea y delimita un camino solitario. Entre todos los árboles que aparecen en la foto está ese que se ve en el cuadro, que si no hubiera sido por el COVID, hubiera quedado en el anonimato.

De acuerdo al investigador, esta postal se tomó en un sitio cercano a Auberge Ravoux, una posada en la que el pintor holandés pasó 72 días antes de quitarse la vida una tarde calurosa de julio en 1890. Actualmente este edificio sigue pie y, en la entrada, tiene una placa en la que conmemora el paso del artista por los cuartos del albergue.

El hallazgo de este árbol es más profundo de lo que parece, ya que revela lo que el Van Gogh pensaba horas antes de que se quitara a la vida a los 37 años. Para los expertos, una de las grandes virtudes del artista era que nunca creaba nada sin propósito; cada cuadro era parte de una historia que quería contar, y su última obra no fue la excepción. Las raíces externas de este árbol nos relatan, de una forma poética, el último pensamiento que dejó al mundo; un mensaje que también describió con palabras en 1890 a su hermano Theo:

“Verás, siempre he intentado tener humor y ser bueno; pero mi vida está atacada desde la misma raíz y mis pasos son vacilantes.”

Las raíces de un árbol

Durante los últimos meses de su vida, Van Gogh pintó aproximadamente 500 obras. No obstante, este óleo cerró para siempre su carrera. Algunos biógrafos se han dado a la tarea incluso de recrear el último día. Se despertó y por la mañana pintó, (o terminó de pintar, todavía no hay un consenso) Las raíces de un árbol, luego fue a dar un paseo al campo y ahí, entre el paisaje bucólico, se dio un tiro en el pecho. Qué pensaba, eso siempre será un misterio.

Aunque ha habido un gran debate respecto a si efectivamente esta fue su obra final, los dos expertos en el tema Maes y Van Tilborgh aseguran que la tesis del último cuadro se puede comprobar por “los trazos rápidos y la forma en la que la pintura está distribuida”.

Un viaje a Auberge Ravoux

Esta historia se suscitó en Auvers-Sur-Oise, un pueblo en Francia que es famoso por haber albergado a un gran grupo de pintores entre los que se encuentran Pissarro y Cézanne, y por supuesto Van Gogh. Esta localidad se ubica a unos 30 kilómetros al norte de París.

Entre los atractivos del pueblo están una multitud de paisajes bucólicos en los que se puede apreciar la tranquilidad campirana europea. Además, el pueblo cuenta con el templo de Notre Dame; una capilla que mandó a construir Luis VI, un cementerio inaugurado en 1858 en el que están los restos de Van Gogh y la famosa posada. Ese albergue que vio por última vez al neerlandés.

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Foto de portada: el último cuadro de Van Gogh: Las raíces de un árbol. Vincent van Gogh, Auvers-sur-Oise, 27 de julio de 1890. Colección: Museo Van Gogh (Fundación Vincent van Gogh).

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