En el siglo XXI todos andaremos en bicicleta, y aquí les decimos por qué

En el marco de la pandemia, OMS emitió la recomendación de “siempre que sea posible, considerar caminar o andar en bicicleta”.

07 May 2020
En el siglo XXI todos andaremos en bicicleta, y aquí les decimos por qué

La bicicleta, como la radio, es un invento que, de alguna manera transformó, a la humanidad. Desde sus primeros días le permitió a las personas una nueva manera de experimentar las ciudades y sus distancias; tanto así que su uso ha pasado de generación a generación y de siglo en siglo. Hay para quien significa emancipación, para otros deporte y para los más chicos un fiel acompañante; hoy este vehículo de dos ruedas alineadas, inventado a finales del siglo XIX, puede significar también el futuro de la movilidad.

Debido a la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, la Organización Mundial de la Salud emitió la recomendación que para hacer frente a la crisis si es necesario salir optemos por “caminar o andar en bicicleta”. Después de todo, los traslados en dos ruedas permiten que las personas mantengan la sana distancia, una medida esencial para contener la propagación del virus. Pero además, este vehículo mantiene los niveles bajos de contaminación y aumenta el promedio de ejercicio de la población.

Hay que destacar que antes de que llegara el coronavirus ya había ciudades que pretendían imponer a la bicicleta como el transporte del futuro. Sin embargo, la pandemia podría acelerar este proceso, y en un unos meses podríamos ver cómo algunos países incluso transforman su infraestructura para lograr que haya más rutas ciclistas

Dicho lo anterior, a continuación les presentamos una selección de programas que se van a llevar a cabo en distintas urbes para que, cuando la pandemia pase, llegue la hora real de la bicicleta. 

Francia

El gobierno francés anunció un programa de cerca de 20 millones de euros para incentivar a la población a caminar y a usar la bicicleta. Según Elisabeth Borne, Ministra de Ecología del país, el 60% de los traslados en Francia son menores a cinco kilómetros y bien podrían ser cubiertos en el vehículo de dos ruedas.

La iniciativa incluye créditos para hacer mantenimiento a las bicicletas (menor de 50 euros en talleres seleccionados), subsidio de clases para quienes no sepan andar en este transporte y el pago temporal de estacionamientos públicos. Todas estas acciones son parte de la meta del gobierno de triplicar la tasa de viajes diarios tomados en bici del 3% al 9% para 2024.

Londres

Una vez que se levanten las restricciones y medidas para prevenir la propagación del virus, el famoso metro de la capital inglesa no podrá volver a recibir a la misma cantidad de gente. Según la BBC, bajará un 15% su capacidad, mientras que los camiones lo harán en un 12%. Debido a esto, la ciudad tomará medidas para incentivar el uso de las bicicletas.

Milán

Con el plan de construir 35 kilómetros nuevos de ciclopistas y hacer que algunas calles cambien su esquema de prioridad para dárselos a ciclistas y peatones, diversos sitios han construido banquetas más anchas y han impuesto niveles de velocidad más bajos para prevenir accidentes. Italia —uno de los países más afectados por la pandemia del COVID-19— ve en este artefacto la oportunidad de construir una nueva normalidad.

El país hecho para ciclistas

Con 18 millones de bicicletas, y sólo 17 millones de habitantes, Holanda es sin duda el ejemplo de una nación hecha para ciclistas. En este país las ciudades le dan preferencia a estos vehículos, y eso se puede ver gracias a sus ciclovías anchas, señales propias y hasta una embajada llamada Dutch Cycling Embassy.

En Ámsterdam, por ejemplo, el 63% de sus habitantes usa a diario este medio. En un día normal el transporte en bici ocupa un 3%, cifra que aumenta hasta un 48% en el centro.

De Colombia a Canadá 

Otras ciudades que han hecho o tienen pensado hacer modificaciones para promover el uso de la bicicleta una vez que relajen sus medidas de prevención son Bogotá, que quiere construir 100 kilómetros de ciclovía, y Vancouver, que negó la entrada de los autos a Stanley Park, para que tanto ciclistas como corredores puedan hacer ejercicio y transportarse a una sana distancia.

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