Hace solo unos días, el hemisferio oriental del planeta fue testigo de un asombroso eclipse solar que oscureció por unos minutos el 21 de junio. Aunque en México este fenómeno no fue visible, cada eclipse de sol viene acompañado de un lunar que, por lo general, se manifiesta dos semanas antes o después. Ahora el momento ha llegado, y este evento se podrá apreciar la noche del 4 de julio.
Este efecto visual recibe el nombre de eclipse penumbral, ya que, a diferencia de un eclipse total de luna, nuestro satélite no es opacado por la Tierra sino por un aura de sombra que la rodea –llamada penumbra–. Esto ocasiona que los efectos del eclipse no se puedan contemplar en los colores de la luna, pero es no significa que no se puedan presenciar. Sólo hay que ser observadores y poner atención: la luna se oscurecerá en el 35% de su superficie, como lo indica este diagrama de la NASA.
Foto: Zoltan Tasi / Unsplash
¿Cómo y dónde ver el eclipse?
Por fortuna para los mexicanos, el eclipse lunar del 4 de julio se verá sin interrupciones en todo el territorio nacional. Asimismo, se podrá observar en toda Latinoamérica, en parte de Estados Unidos y en el extremo Occidente de África.
En México, el eclipse de luna empezará el 4 de julio las 22:07 horas, alcanzará su punto máximo a las 23:30 y terminará la madrugada del 5 de julio a las 00:52. Para ubicar rápidamente la posición de la luna aquella noche, hay que dirigir la mirada hacia el sureste.
En caso de que alguien se pierda de la oportunidad, no hay de qué preocuparse, pues habrá otro eclipse penumbral de luna la noche del 29 de noviembre de este año, que será visible en toda América, Escandinavia, China, el sureste asiático y Oceanía.
Foto: Kym McKinnon / Unsplash
La Luna del Ciervo
Este acontecimiento astronómico coincide con la luna llena de julio, la cual se conoce como Luna del Ciervo. Mientras que el auge del eclipse será a las 23:30, el pico de luminosidad del satélite será a las 23:44, una combinación de factores que creará una vista inigualable. Sin embargo, desde días antes y después del eclipse de luna, a simple vista se podrá seguir apreciando la luna como llena.
Dicha fase lunar debe su nombre a las tribus nativas americanas, quienes apodaron a las 12 –a veces 13– lunas llenas de año de tal modo que pudieran seguir el paso del tiempo y el cambio de estaciones. La Luna del Ciervo se llama así porque en la época veraniega los cuernos de estos animales están en pleno crecimiento. Otro nombre que recibe nuestro satélite en julio es Luna del Trueno, ya que la temporada de lluvias y de tormentas está en su máximo esplendor en gran parte del continente.
Foto: Prince Abid / Unsplash
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Foto de portada: Annie Spratt / Unsplash
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