Estilo

Un futuro natural: los nuevos materiales en la industria de la moda

Cómodos, duraderos y sustentables, así son los materiales que están revolucionando la moda.

POR: Marcella Echavarria

Los textiles sostenibles son parte fundamental del movimiento slow fashion, que promueve el consumo consciente y el respeto no sólo por el origen de los materiales, sino por todos los participantes en la producción de las prendas. En este caso, los materiales en cuestión son las fibras animales y vegetales que ahora se miran con lupa para garantizar su sustentabilidad, además de funcionalidad y estilo.

La revolución de las fibras sostenibles va en dos direcciones: mirando hacia el pasado, donde hay todo un inventario de texturas en desuso y hasta en peligro de extinción, y hacia el futuro, donde la tecnología desempeña un papel fundamental. En ambos casos, la naturaleza es el punto de encuentro y de partida.

Nada tan suave como la seda

Kimono de seda de barro, reversible, de Noir Handmade

Mirando hacia atrás encontramos el mud silk o seda de barro, que data del siglo V, cuando los pescadores hakka del sur de la China observaron que sus redes se hacían más resistentes y no se pudrían al ser tratadas con el extracto de Dioscorea cirrhosa, un tubérculo muy apreciado en la medicina de ese país.

Este tratamiento se aplicó luego a la seda de la región, lo que dio origen al xiang yun sha, literalmente “ropa de nube perfumada”, llamada así porque los usuarios se sentían como si estuvieran flotando en las nubes.

Esta seda se exportó a lo largo de la Ruta de la Seda, particularmente durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). En la década de 1920, cuando floreció la industria de la seda en China, las élites chinas y europeas buscaron la seda de barro por sus características naturales y su aspecto noble.

La seda de barro más fina alcanzaba precios mayores que los del oro. Sin embargo, la revolución cultural de Mao detuvo la producción de seda. La demanda mundial se desplazó en gran medida hacia los materiales sintéticos “fabricados en China”, culpables del desastre ambiental ocasionado por la “moda rápida”.

La producción de seda de barro resurgió en el siglo XXI, especialmente desde el reconocimiento de la técnica en 2009 como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional de China.

Esta seda tiene dos caras, por lo que las prendas son reversibles: una cara negra brillante que se confunde con cuero o papel, y, en el reverso, un tono ocre mate que actúa como mordiente y además agrega propiedades antibacterianas y antivirales, un beneficio para las personas con piel sensible. El lado negro, con su fina capa similar a la resina, cuenta con propiedades resistentes al agua, lo que hace que la seda de barro sea duradera y fácil de cuidar.

El henequén yucateco

Bolsa bruja hecha con fibras de Sansevieria de Yucatán, diseño de Angela Damman.

Hace más de 1,400 años, los mayas descubrieron el henequén, una planta originaria de Yucatán, México. Al triturar las hojas, extrajeron una fibra blanca fuerte que podía usarse para artículos cotidianos, como telas, bolsas, hamacas, redes y cuerdas.

Siglos más tarde, la planta de Sansevieria fue introducida en Yucatán; se descubrió que sus fibras eran más suaves y finas que las del henequén, lo que la convirtió en un material ideal para la fabricación de hilos. Las fibras de las plantas de henequén y Sansevieria no sólo son elásticas y fuertes, sino también luminosas.

Ninguna fibra es la misma, lo que aumenta la belleza estética de un diseño hecho al natural. Las fibras de henequén y Sansevieriaaún se tejen en telar de cintura: se hilan a mano con la ayuda de una rueda de bicicleta, una versión moderna de la antigua rueca.

Estas plantas no son sólo un recurso económico local importante para las comunidades rurales de la península de Yucatán, sino que son ambientalmente sostenibles, renovables y prosperan sin la necesidad de fertilizantes, herbicidas y riego.

Se utilizaban en los empaques que se exportaban al mundo entero, antes de la aparición del plástico. Hoy, gracias al trabajo de diseñadores como Angela Damman, estas fibras toman relevancia de nuevo: “Desde el cultivo de las plantas, la extracción de sus fibras, hasta el secado, el teñido, el hilado y el tejido, todo el proceso de fabricación de nuestros textiles ocurre dentro de un radio de 50 millas”, explica.

Del desierto al cuerpo

Bolsa de cuero Desserto. 

Desserto es un material vegetal altamente sostenible como alternativa frente al cuero, elaborado a partir de cactus en México. Este material ofrece opciones sostenibles y libres de crueldad animal, además de que prescinde de productos químicos tóxicos. Es parcialmente biodegradable y tiene las especificaciones técnicas requeridas por las industrias de la moda, marroquinería, empaques de lujo y muebles.

Gracias a su fuerte enlace molecular, en el que el cactus tiene un papel importante, ofrece alta resistencia a la abrasión, frotamiento, desgarro y tracción, así como una gran durabilidad. Este material orgánico y sostenible es también una gran alternativa para otros materiales sintéticos.

Piel de piña

Capa drapeada hecha Piñatex, por Mistohn.

Piñatex es un tejido innovador que fue desarrollado como una opción sostenible tanto al cuero como a los materiales sintéticos contaminantes. Se elabora a partir de las hojas de la planta de la piña, subproducto de la industria frutícola que tradicionalmente se descarta o se quema.

Agregar valor a este desperdicio ha creado una nueva fuente de ingresos para las comunidades agrícolas, que de otra manera dependen de una cosecha estacional. Una vez que se ha quitado la fibra de la hoja, la biomasa sobrante se puede retener para usarla como fertilizante natural o biocombustible, lo que ofrece una perspectiva ambiental adicional.

Actualmente, Piñatex trabaja con comunidades agrícolas en Filipinas. Su producción es mucho más sostenible que la del cuero tradicional y está libre de crueldad animal. Requiere menos agua y no utiliza productos químicos que son ecológicamente tóxicos para la vida silvestre.

Una red invisible bajo nuestros pies

Tenis Adidas hechos con micelio. 

Durante millones de años, el micelio ha crecido bajo nuestros pies y ha servido como un tejido conectivo ecológico, una red entrelazada en expansión, infinitamente renovable, que se extiende ente los cuerpos de las plantas y a lo largo de los lechos de los ríos para descomponer la materia orgánica y proporcionar nutrientes a las plantas y los árboles.

Sin ir más lejos, los hongos son el fruto del micelio. Al igual que las ramas y enredaderas que producen manzanas o uvas, el micelio funciona como esos soportes que se retuercen y ramifican justo debajo de la superficie de la Tierra.

Con la misión de aprovechar el potencial de la ciencia de materiales avanzada, un equipo de científicos e ingenieros visionarios de Bolt Threads ha desarrollado un proceso de vanguardia para cultivar y transformar el micelio en cuero sostenible, con el nombre de Mylo. Se trata de un material suave, flexible y versátil usado actualmente por firmas como Adidas, Lululemon y Stella McCartney.

Mylo se fabrica con un cultivo de micelio de alta eficiencia que tarda menos de dos semanas en crecer. El proceso utiliza una técnica de agricultura vertical de vanguardia que permite su cultivo en un entorno controlado de laboratorio, lo que aumenta el rendimiento por metro cuadrado.

“La introducción de Mylo como un nuevo material es un gran paso adelante en nuestra ambiciosa misión de ayudar a acabar con los residuos plásticos”, comenta Amy Jones Vaterlaus, directora global de Futuros en Adidas. “Como planeta, debemos aprender a trabajar con la naturaleza en lugar de en su contra, y poner todos nuestros esfuerzos en encontrar soluciones innovadoras que se planteen de forma responsable a partir de recursos que puedan renovarse a un ritmo sostenible. Se trata de diseñar en sinergia con los ecosistemas de la tierra. Como marca, seguiremos explorando las posibilidades que presenta la innovación en cuestión de materiales”.

Con este repertorio de texturas sostenibles podemos decir que la naturaleza desempeña un papel fundamental al mirar hacia atrás o hacia adelante. El futuro de los textiles sostenibles es y será natural.

 

Marcella Echavarría es cofundadora de XTANT, un festival nómada de textiles patrimoniales que busca fomentar la continuación de los oficios textiles. www.marcellaechavarria.com

 

 
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