Esta es una pregunta que todos nos hemos planteado al menos una vez en la vida: ¿cuál es la ciudad más increíble para vivir? El mundo es demasiado grande y tiene opciones de sobra. Sin embargo, de entre todas las urbes hay una que desde hace 10 años es la favorita por las personas que vivien en ella. Hablamos de Viena, una ciudad a orillas del Danubio que fascina tanto a locales como a visitantes.
Esta decisión fue respaldada por la encuesta mundial Mercer Quality of Living Survey, calificadora que se encarga de estudiar la calidad de vida de las metrópolis según su nivel económico, sus posibilidades de recreación, sus facilidades en el transporte público, en servicios como la educación o la salud y en la relación que las las personas tienen con el medio ambiente.
Hay que destacar que este ranking se ha realizado desde hace 21 años; recién se publicaron los resultados de 2019. El segundo lugar se lo llevó Zúrich, y en la tercera posición empatan Auckland, Múnich y Vancouver. En lo que a Latinoamérica se refiere, las ciudades más sobresalientes son Montevideo y Buenos Aires, y en México: Monterrey y la Ciudad de México.
Todo lo que Viena ofrece
Esta urbe, estratégicamente localizada entre Europa Occidental y del Este, destaca más que nada por su cultura. En el pasado fue una las capitales del Imperio Austrohúngaro y resaltaba por ser un centro intelectual y aristocrático. El poder de otros siglos se puede ver, incluso ahora, a través de importantes museos, palacios, óperas y hasta escuelas de equitación.
MUSEOS
Uno de los complejos culturales más grandes del mundo se encuentra en esta ciudad, al lado del barrio antiguo. Hablamos del Museumsquartier, un espacio que alberga algunos de los recintos que más vale la pena visitar en Viena, como el Leopold Museum, dedicado al arte moderno austriaco, o el Architekturzentrum, el único espacio dedicado de arquitectura contemporánea de todo el país.
MÚSICA
Viena es un punto de referencia fundamental para la música clásica, pues compositores icónicos como Mozart, Schubert o Strauss son austriacos. Por eso, no es coincidencia que en la ciudad exstan múltiples salas de conciertos y óperas. Tal es el caso de Musikverein (en donde toca la Orquesta de Mozart) o la Ópera del Estado. Ambas son construcciones con más de cien años de antigüedad, su diseño interior y fachadas neorenacentistas son impresionantes.
CABALLOS
La cultura ecuestre todavía tiene un lugar importante en la identidad vienesa. Un ejemplo es la Spanische Hofreitschule, institución encargada de conservar la tradición renacentista de montar a caballo. Asistir a una de las demostraciones que hay en este lugar es un must si se va a Viena.
LA HORA DEL CAFÉ
Algo que nunca puede faltar en la cultura austriaca es la hora del café después de comer. A lo largo de la ciudad se pueden encontrar cientos de pastelerías, confiterías y cafeterías; algunas se ubican en las plazas, lo que hace que la experiencia sea aún más amena. Los espacios más renombrados son la Sacher, dentro del majestuoso hotel modernista que lleva el mismo nombre, o la Demel, en la vía peatonal de Kohlmarkt.
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