Cada vez es más difícil desconectarse de la tecnología que nos ata a la vida cotidiana. Para lograrlo, es necesario acudir a espacios rodeados de naturaleza y Playa Viva es una opción infalible. Este pequeño hotel boutique se encuentra en la costa de Juluchuca, Guerrero e invita a sus huéspedes a conectar con la vegetación, el océano y el ecosistema que lo rodea.
Playa Viva se construyó en el 2005 con una única visión: ser un hotel sostenible y autosuficiente. Bill Reed y un grupo de expertos en desarrollo sustentable imprimieron en este lugar su visión del mundo y le imprimieron una elegancia simple y natural. Así, un grupo de construcciones de madera y de troncos superpuestos se asoman sobre la espesa vegetación y brindan vistas hacia el Océano Pacífico y la Sierra Madre Occidental.
Durante este escape de relajación es posible disfrutar de todo lo que la costa mexicana ofrece: una milla de playa privada, excursiones de buceo con escafandra, pesca en alta mar, liberación de tortugas, observación de aves en el manglar y paseos en kayak. Además, para quienes buscan un viaje interior, la meditación y las prácticas de yoga son siempre una opción.
La visión ecoamigable de Playa Viva también está en los alimentos. Dentro del hotel, existe un huerto orgánico de donde se obtiene gran parte de los ingredientes utilizados en la cocina. Todos los vegetales y las frutas son locales y las especies marinas se obtienen por medio de pesca responsable.
Una habitación
Los cuartos insignia del hotel son las casitas del árbol. Éstas están sobre troncos de palmeras a dos metros. Además, estas habitaciones de forma tubular tienen una pequeña sala de estar y una hamaca. Dormir en una de ellas es como flotar sobre la playa.
Personaje clave
Se llama Johnny y su presencia es clave en Playa Viva. Este hombre es uno de los visitantes más queridos y más frecuentes. Si lo encuentras es porque tienes suerte, pues siempre está fuera de pesca, manejando los carros o detrás de la barra preparando bebidas frescas.
Bebida
La margarita de albahaca orgánica es la especialidad de Johnny. Este es el trago perfecto para complementar el calor de la playa y para disfrutar al lado de la alberca. Cabe mencionar que la albahaca orgánica se obtiene directamente del huerto del hotel. Más fresco, imposible.
Platillo
La comida que ofrece en Playa Viva es la prueba del compromiso que el hotel tiene con el consumo responsable; aquí todos los platillos se preparan con ingredientes locales y de alta calidad. Una de las mejores creaciones gastronómicas del lugar es el filete de puerco glaseado con una exquisita salsa espesa de tamarindo.
Lo imperdible
En este hotel se puede tomar un masaje en la playa, con la melodía de las olas de fondo y con aromas deliciosos de los ingredientes orgánicos y locales que se utilizan para los diferentes tratamientos holísticos.
Espacio público
La tranquilidad de la playa crea una atmósfera idónea para hacer yoga. Por eso, Playa Viva tiene una plataforma de madera que da al océano sobre la cual se ofrecen prácticas de esta disciplina en las mañanas (excepto domingo). Todos los que quieran tienen una oportunidad de participar.
Detalle
Hace 13 años, durante la construcción del hotel los desarrolladores notaron formaciones extrañas en el terreno. Montículos alineados con puntos cardinales y restos cerámicos. Resultó ser que estas piedras eran en realidad vestigios de una antigua comunidad azteca llamada Xolochiuhyan.
Datos
Ubicación: Playa Icacos, Guerrero. Mira cómo llegar aquí.
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