Imaginar una ciudad que conjugue arquitectura, gastronomía, vida nocturna, historia y playa, no es una mera ilusión. Un sitio así existe y se encuentra en las costas del Mediterráneo español. Hablamos de Barcelona, la capital de Cataluña y la segunda ciudad más visitada del país ibérico. Esta urbe es conocida por las obras de Gaudí como el Park Güell o la Sagrada Familia. Aunque también cuenta con maravillas que muchas veces los visitantes pasan por alto, como el Recinto Modernista Sant Pau.
Modernismo en su máximo esplendor
Inaugurado hace 89 años como el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, este complejo arquitectónico tardó 28 años en construirse. Se compone de una veintena de pabellones (cada uno dedicado a una especialidad médica) que comparten dos elementos: espacios abiertos e iluminación natural. Los edificios, de tonalidad terracota, están adornados con cúpulas de tejas de colores, pilares llenos de relieves, esculturas y vitrales altísimos.
En este espacio se pueden recorrer los patios exteriores de la ciudad jardín y también sus interiores. Dentro del Pabellón Sant Salvador hay un museo histórico de la medicina, así como una exposición con obras de Domènech i Montaner. Por otro lado, el Pabellón Sant Rafael conserva la decoración y mobiliario original de los años 30, cuando el hospital comenzó a funcionar. Por otro lado, un sitio que no se debe pasar por alto es el Pabellón de la Administración con techos abovedados llenos de cristales de colores y detalles únicos.
600 años de hisotria
Aunque Sant Pau tiene poco más de un siglo de existencia, los orígenes de Santa Creu van mucho más lejos. Este centro de salud se fundó en 1401 como resultado de la fusión de seis hospitales pequeños alrededor de Barcelona. En un inicio, se instaló en un edificio gótico en el barrio del Raval –donde actualmente está la Biblioteca Nacional de Catalunya.
Hacia finales del siglo XIX, al igual que el resto de la ciudad, el sitio entró en un proceso de expansión. Fue en 1902 que el arquitecto catalán Lluís Domènech i Montaner ideó un nuevo centro de rehabilitación innovador con abundante luz y amplios jardines. Después de funcionar durante un siglo, la clínica se trasladó en 2009 a unas nuevas instalaciones más modernas y la construcción anterior se remodeló para abrir en 2014 como el Recinto Modernista Sant Pau que es hoy.
El genio detrás del sitio
Lluís Domènech i Montaner fue un arquitecto barcelonés reconocido por ser uno de los más importantes exponentes del modernismo. Además de Sant Pau, construyó otras obras art nouveau alrededor de la ciudad y de España como el Palacio de la Música Catalana, el Castillo de los Tres Dragones o el Gran Hotel (este último en la isla mediterránea Palma de Mallorca).
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