Un recuento de todas las veces que Toledo salvó a Oaxaca
Sin el activismo del artista, la cara de Oaxaca probablemente no sería la misma hoy en día
POR: Diego Ávila
Francisco Toledo fue uno de los artistas mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI. Pero además de ser un prolífico pintor, dibujante, ceramista y escultor, se desempeñó también como un activista que nunca dejó de defender las causas sociales, ambientalistas y culturales de su natal Oaxaca. A lo largo de su vida, orquestó protestas y encabezó iniciativas que detuvieron algunos proyectos y crearon otros.
Aunque el artista falleció el pasado 5 de septiembre a los 79 años de edad, su legado va mucho más allá de las miles de obras de arte que creó. Del corredor peatonal más importante de la capital oaxaqueña a la zona arqueológica de Monte Albán, no es exagerado decir que varios de los sitios más emblemáticos del estado no serían lo mismo hoy en día sin Francisco Toledo. Por ello, a continuación les presentamos un recuento de algunos lugares que las iniciativas del pintor protegieron (e incluso transformaron).
Zócalo de Oaxaca
Famosa por su hermoso centro histórico poblado con edificios de cantera verde, la ciudad de Oaxaca es una de las más antiguas de México. Y aunque es reconocida mundialmente como una capital gastronómica, la famosa cadena McDonald’s anunció en 2002 que tenía planeado abrir una sucursal en los portales del zócalo oaxaqueño. Ante esta noticia, Toledo organizó una serie de protestas, pues aseguraba que la apertura del local de comida rápida dañaría el patrimonio cultural de la ciudad, ya que históricamente los pueblos originarios de la región han usado la plaza mayor oaxaqueña como un sitio para comerciar y convivir.
Estas protestas se caracterizaron por la organización de tamalizas, que buscaban resaltar el valor de la comida tradicional oaxaqueña, como los tamales y el tejate. Así y tras un año de muestras de descontento, el gobierno anunció que no había autorizado el permiso al restaurante ante el rechazo de la mayoría de la población local.
Monte Albán
La zona arqueológica de Monte Albán es la más importante del estado de Oaxaca y una de las más relevantes de todo México. Sin embargo, se encuentra a sólo 7 km del centro de la ciudad, por lo que en los últimos años ha sufrido la presión de la expansión urbana. Nuevos asentamientos irregulares se han construido a tan sólo 3 kilómetros de la antigua ciudadela.
Ante esta situación, una de las iniciativas de Toledo, el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (PROAX), comenzó una campaña para detener el avance de la mancha urbana. Se busca no sólo indemnizar a la gente que se ha asentado ahí y trasladarla a otra zona, sino llegar a construir un jardín botánico que en el futuro rodee (y proteja) a la zona.
Corredor Macedonio Alcalá
Además de creador, Toledo fue también un peatón: a lo largo de la ciudad se movía siempre a pie, en bicicleta o en transporte público. El oaxaqueño encabezó varias protestas contra diversos proyectos viales, y si bien no pudo evitar la construcción del distribuidor vial de Cinco Señores en la frontera este del centro histórico, uno de sus mayores éxitos es un espacio icónico en el corazón de Oaxaca: el corredor peatonal Macedonio Alcalá.
Aunque usualmente se piensa que el objetivo del corredor es unir el zócalo con el ex-convento de Santo Domingo de Guzmán, la iniciativa de peatonalizar esa calle fue de Toledo, quien buscaba conectar la plaza mayor con el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO). Este centro alguna vez fue la residencia del artista y de su entonces esposa Elisa Ramírez, pero tras su separación la casa se quedó vacía, por lo que en 1989 la reabrió como el IAGO con su impresionante biblioteca y espacio de exposiciones, justo enfrente de Santo Domingo.
Casa de Cultura de Juchitán
En 1972, tras haber vivido en la Ciudad de México y haber visitado Europa y los Estados Unidos, Toledo regresó a Juchitán, su ciudad natal. Ahí decidió fundar justo eso que le había faltado a él en su infancia: un centro cultural. El objetivo era darle a la juventud juchiteca un sitio donde pudieran contar con una biblioteca, un museo, espacio para exposiciones y talleres. Y aunque fue afectada seriamente por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, la Casa de Cultura (Lidxi Guendabiaani en zapoteca) cumplió 47 años de actividad ininterrumpida este año al amparo del pintor.
Cerro del Fortín
El cerro del Fortín se ubica al norte del centro histórico de la ciudad de Oaxaca y es el principal pulmón verde de toda la urbe. Aunque ya alberga el auditorio donde año con año se lleva a cabo la Guelaguetza, a finales del 2014 se anunció que también se planeaba construir un gran centro de convenciones en el área. Toledo fue el primero en encabezar las denuncias del enorme daño ambiental que ocasionaría el proyecto y, ante la presión civil, al año siguiente se comunicó que la obra ya no se llevaría a cabo en El Fortín.
En su lugar, se escogió después el parque “Ciudad de las Canteras” como sede del proyecto y el nuevo Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) fue inaugurado finalmente en septiembre del 2017.
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