Nápoles es mucho más que el lugar donde nació la famosa pizza napolitana. La ciudad del sur de Italia es también un sitio imprescindible para cualquier amante de la historia ya que cerca de sus límites está una de la zonas arqueológicas más sorprendentes del planeta: Pompeya. Esa urbe que en la antigüedad fue devastada por la violenta erupción del Vesubio.
Es que a pesar de todas las ciudades romanas que hay, visitar estas ruinas, en particular, es una experiencia que no se compara con ninguna otra. Sin embargo, recorrerlas puede tomar más tiempo del necesario si no se saben algunas cosas de antemano.
En honor a lo anterior hicimos esta guía práctica de Pompeya para que cualquier turista sepa exactamente qué debe contemplar y en dónde.
¿Cómo llegar a Pompeya?
Pompeya se encuentra en la bahía de Nápoles y aunque se puede ir en carro, la manera más fácil de llegar tomar el tren Circumvesuviano el cual sale de la estación central de la ciudad y se detiene en la entrada principal de la zona arqueológica que recibe el nombre de Puerta Marina. Cuando arribamos al sitio, entraremos por el acceso más conglomerado y lo primero que aparecerá será la gran explanada del antiguo Foro de Pompeya. .
¿Qué se puede ver en Pompeya?
Al llegar lo más recomendable es conseguir uno de los mapas del sitio, ya que se trata de un lugar tan amplio que para conocerlo todo se necesitan entre 5 y 6 horas. Si se tiene poco tiempo para el recorrido quizá lo más recomendable es empezar por los frescos de la Villa de los Misterios, un grupo de pinturas que lograron conservarse tras la catástrofe.
También se puede visitar la Villa de Cicerón, la finca de Julia Félix, el Teatro Grande el Odeón y el Templo de Isis. Este último es especial ya que fue el primer espacio sacro encontrado bajo la lava solidificada y el más conservado también. Se trató del primer santuario egipcio encontrado fuera del continente africano.
Más allá de Pompeya
Aunque en los vestigios de pompeya se pueden encontrar varias esculturas y pinturas, para entender la maravilla de este lugar no hay que dejar de ir al Museo Arqueológico de Nápoles ya que aquí es donde residen la mayoría de los frescos de la antigua ciudad, así como varios enclaves romanos que sobrevivieron a la erupción del Vesubio.
Pompeya es sin duda la más conocida pero no fue la única ciudad destruída por aquella explosión del volcán. Las urbes de Herculano y Estabia también fueron arrasadas por la lava, sin embargo estas se encuentran en un estado mayor de destrucción y su acceso es más complicado debido a que la capa de piedra volcánica que hay sobre ellas es más gruesa, lo que ha hecho que las excavaciones sean más difíciles.
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