Una visita a Colomitos, la playa más pequeña de México
Esta extensión de arena dorada es una de las joyas inadvertidas del Pacífico mexicano.
POR: Paola Gerez Levy
Es en las costas del Pacífico donde se esconde la playa más pequeña de México. Hablamos de Colomitos, ubicada en el litoral del estado de Jalisco, al sur de la Bahía de Banderas. Calificarla como la más chica no es exageración si se toma en cuenta que su tamaño abarca únicamente 30 metros.
Desde el aire, su geografía se asemeja a una minúscula bahía triangular, de forma que la punta es la que contiene la arena y lo demás son montículos llenos de rocas y vegetación.
El agua de esta playa es sumamente cristalina y es el mayor atractivo para los amantes del buceo. Asimismo, dada su poca profundidad, también es una gran opción para practicar snórquel y quizá reconocer algunos de los peces coloridos que nadan por ahí, como el ángel real, damiselas, pez globo, lábrido arcoíris o cofre manchado.
Una opción gastronómica
La mayoría de los visitantes optan por llevar su propia comida, pues la oferta culinaria no es muy abundante. De hecho, en el sitio hay un solo restaurante, el Ocean Grill, en el cual se ofrecen cortes de carne y, por supuesto, toda clase de pescados y mariscos. Se puede entrar desde la costa o directamente de Boca de Tomatlán a bordo de una lanchita.
Cómo llegar a Colomitos
Este pequeño destino es ideal para visitar durante una estancia en Puerto Vallarta. Llegar es relativamente sencillo, ya que solo hay que manejar 45 minutos hacia el sur hasta Boca de Tomatlán y de ahí abordar una panga que hace parada en Colomitos (y continúa a otras playas como Ánimas, Majahuitas o Yelana, por mencionar algunas). Los trayectos en lancha pueden ser compartidos o privados.
Si bien la playa no tiene acceso vehicular, otra manera de alcanzar este pedacito de arena es a pie. Se trata de una ruta de terracería desde Boca de Tomatlán que cruza un pequeño monte y recorre veredas que van entre los árboles. A lo largo de los 1.5 km que mide el camino, se pueden ver animales como zorros, mapaches o iguanas y aves como el cacique mexicano. Desde la cima de la loma vale la pena asomarse y admirar el mar inmenso y azul.
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