Viajar a través del museo virtual de Johannes Vermeer
Google inaugura un museo virtual con todas las obras de Vermeer sus detalles más íntimos.
POR: Redacción Travesías
La madrugada del 18 de marzo de 1990, hace poco más de veinte años, dos hombres vestidos de policías ingresaron al Museo Isabella Stewart Gardner en Boston y robaron 13 piezas con un valor aproximado a los 500 millones de dólares. Entre ellas se encontraba El concierto, una pintura atribuida a Johannes Vermeer que desde entonces se reporta desaparecida.
Intentado recuperar la historia detrás de esta pieza y con el objetivo de reunirla con las otras 35 pinturas del artista neerlandés que falleció—hace 343 años— el 15 de diciembre de 1675, Google en conjunto con otras instituciones culturales ha creado un museo virtual que pretende ser también un homenaje a uno de los grandes nombres de la historia del arte occidental.
Johannes Vermeer fue tan misterioso como las protagonistas de sus óleos, sin embargo se sabe que fue enterrado en circunstancias complicadas. Su esposa y sus 11 hijos se vieron sumidos en las enormes deudas que el pintor adquirió a lo largo del último año de su vida. La viuda de Vermeer escribiría a cada uno de los acreedores pidiendo que la deuda fuera condonada, pero ninguno hizo caso a las misivas. Pronto a la puerta de su casa, que fue el escenario principal en la mayoría de las obras de Vermeer, llegaron diversos cobradores que buscaron saldar lo atrasado.
Entre lo que retiraron de la casa de la viuda había muebles, ropa, joyería y también algunas pinturas que Vermeer esperaba vender a un alto precio. Entre estas se encontraba la que es considerada su obra maestra El arte de la pintura.
Durante los años siguientes, las obras de Vermeer terminaron en algunas subastas públicas, pero prácticamente se regalaban, ninguna alcanzaba siquiera el costo de los pigmentos, hechos con piedras preciosas y que el artista usaba regularmente para dar un singular color a cada una de ellas.
Se piensa que en un momento existieron cerca de 60 cuadros firmados por Vermeer, pero en la actualidad sólo se conocen 36 de ellos. Se cree que los 24 restantes se perdieron durante los 200 años —después de la muerte del autor— cuando su nombre no significaba nada para las subastadoras; incluso se cuenta que para vender algunas de sus obras, la firma Vermeer se cubría con pintura y se colocaba sobre ese parche otros nombres como el de su contemporáneo Rembrandt van Rijn o el de Frans Hals.
Una vez entrado el siglo XIX, una de las obras más reconocibles del pintor neerlandés, y quizá una de las imágenes más famosas del mundo, La joven de la perla, fue adquirida por centavos. El comprador resultó ser un crítico que sabía el valor real de la obra, pues había dedicado algunos años a rastrear a Johannes Vermeer a lo largo de Europa. El encuentro con ese cuadro, que ha sido apodado “la Mona Lisa del norte”, ayudó a reubicar el nombre Johannes Vermeer de nuevo en las páginas de la historia del arte.
Desde entonces la obra de Vermeer ha sido considerada un pilar de la historia del arte occidental y ahora es motivo de un proyecto virtual titulado Conocer a Vermeer. Este proyecto está compuesto por las 36 imágenes que sobreviven del pintor, cada una de ellas fotografiada en alta definición.
“La intención de esto, más allá de tener un museo al alcance del bolsillo, es poder reunir obras que jamás van a poder estar colgadas juntas en un mismo cuarto, ya sea por el estado de conservación en el que se encuentran la mayoría de las pinturas, por la distancia”, dijo Emilie Gordenker directora del Museo Mauritshuis, una de las responsables de llevar a cabo esta iniciativa.
El museo virtual también ha recopilado documentos históricos sobre la vida de Vermeer, que se encontraban en el Archivo Histórico de la Ciudad de Delft, ubicado al interior de un edificio de ladrillo en una de las orillas del canal Lock, a unos metros de la casa que habitó Vermeer, todo esto para dar al visitante un contexto más completo sobre la vida y obra de este autor.
Para crear una experiencia aún más completa, se pueden visitar desde cualquier computadora o teléfono celular los lugares originales de donde provienen las pinturas, como el Museo Mauritshuis, El Museo Rijks, El Museo Metropolitano de Nueva York, La Colección Frick, El Museo de Louvre y hasta el Palacio de Buckingham, donde se encuentra la pintura, Lección de Música.
Al finalizar la presentación de este proyecto que abrió sus puertas al público hace un par de semanas, Michelle Luo responsable de la parte creativa, aseguró que “este museo de bolsillo pretende tender puentes entre los fanáticos del artista y para quienes aún no lo conocen”. Luo contó que “espera que esta iniciativa tome nuevos bríos para que las grande obras de arte del mundo, puedan verse en todo esplendor desde cualquier parte del mundo.”
Visita esta exposición aquí.
Nota de Gatopardo.com
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