Como todos los años, este 29 de abril se celebró El Día Internacional de la Danza. Usualmente, esta jornada se celebra con presentaciones de bailarines de todas partes, pero como 2020 no es convencional, esta disciplina tuvo que adaptarse a las medidas de sana distancia, y los artistas de todos los países se dieron a la tarea de pensar en puestas escenográficas que no los pusieran en riesgo, pero que les permitieran celebrar el baile y hacerlo llegar a su público.

Aunque hubo grandes propuestas de distintas naciones, vale la pena destacar una iniciativa que nació en España, en el Museo del Prado para ser específicos. Durante unas horas, ocho bailarines llenaron de movimiento los espacios más icónicos del recinto, completamente vacío. La pieza llevó el nombre de Equilibrio y el resultado fue perfecto.

Para darle vida a la idea de “la pintura en movimiento”, bailarines y bailarinas de la Compañía Nacional de Danza ejecutaron una coreografía de Mar Aguiló al ritmo de una composición de Aire. La danza fue una combinación magistral de movimientos clásicos y contemporáneos. Cabe aclarar que este proyecto se realizó en junio del año pasado con el museo totalmente cerrado, no obstante en 2020 la iniciativa tomó vuelo por la cuarentena. Fue de alguna manera como si los creadores hubieran previsto lo iba a pasar.

Recorrer el Museo del Prado a través del baile

Dicha pieza de danza, de poco menos de dos minutos de duración, recorre los espacios principales del Prado –un museo que alberga al menos ocho mil obras maestras–. Uno de ellos es el corredor del primer piso, en donde uno puede encontrar pintura italiana de entre 1450 y 1800. En el inicio del clip incluso podemos contemplar de cerca al lienzo de Lavatorio de Tintoretto, un cuadro de 1549 que mide 2.10 metros de alto y 5.33 de ancho.

Foto: tomada de YouTube

Lavatorio de Tintoretto

El resto del video es más bien un balance sincrónico entre tomas, a detalle y a distancia, de humanos que corren y hacen sutilmente poses alargadas. Bailarines que emulan el movimiento de las obras pictóricas, que deambulan entre la tensión muscular y la ligereza de las manos. Los artistas se apoderan de los pasillos del Prado. Lo irrumpen todo. Van del pabellón de pintura italiana a la intensidad de la Sala 12, donde se encuentre el legado artístico de Velázquez.

Además de Lavatorio, otras obras que se pueden apreciar a detalle a lo largo de Equilibrio son: Hipómenes y Atalanta, pintada por Guido Reni entre 1618 y 1619, y una multitud de retratos hechos por Diego Velázquez, entre ellos El cardenal-infante Fernando de Austria (1632-1634), Reina doña Mariana de Austria (1652-1653), Infanta doña Margarita de Austria (1665) y, por supuesto, Las Meninas (1656).

Foto: tomada de YouTube

Hipómenes y Atalanta de Guido Reni.

Para conocer el recinto desde casa

Que el museo esté vacío no significa que no podemos conocer su interior. Por fortuna, el Museo del Prado ofrece un montón de opciones para disfrutar de su contenido a distancia. En su recorrido virtual se pueden hacer acercamientos imposibles para el ojo humano de nueve óleos icónicos. Para vivir esta experiencia les recomendamos entrar en el sitio del museo.

Hay que recordar que la colección de este recinto madrileño consta de unas ocho mil piezas, cuyo periodo engloba gran parte de la historia del arte, sobre todo entre los siglos XV y principios del XIX. Con temáticas que van desde mitología y escenas religiosas hasta desnudos y la realidad social, en el Prado apenas se exhiben 1713 obras – el 20% de su colección–. Entre los artistas más emblemáticos que se pueden admirar están El Bosco, Rafael, Rubens, El Greco, Goya, Murillo y Tiziano.