Cuando hay Luna llena el Taj Mahal abre sus puertas en la noche (para que todos lo contemplen)
El poeta Rabindranath Tagore lo describió como “una lágrima suspendida en la mejilla del tiempo”.
POR: Frida
Para muchos, el Taj Mahal es uno de los lugares más románticos de toda India. Y es que este recinto, ubicado en la ciudad de Agra y con más de tres siglos de vida, fue edificado como un símbolo de amor por parte del emperador Sah Jahan tras el deceso de Mumtaz Mahal –la esposa que más amó y quien murió en 1631 durante el trabajo de parto–. Actualmente, el mausoleo es Patrimonio de la Humanidad desde 1983 y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El Taj Mahal de noche
Una visita a este país asiático no está completa si no se recorre el Taj Mahal. De ahí que el sitio reciba, al menos, 22 mil personas al día, cifra que puede aumentar hasta los 50 mil en temporada alta. Sin embargo, lo que pocos saben es que durante algunas jornadas la experiencia de vivir esta sorprendente maravilla se transforma totalmente. Esto, porque con cada luna llena es posible peregrinar por todo el santuario. Eso sí, habría que decir que el número de visitantes puede ser limitado: sólo se reciben 400 viajeros organizados en ocho grupos de 50 personas.
Una nueva iniciativa para conocer el Taj Mahal
Debido a la demanda de apreciar el Taj Mahal durante las noches, el ministro de Turismo y Cultura del país solicitó una autorización para que los visitantes puedan disfrutar del lugar sin ningún tipo de restricción en los horarios nocturnos. Dicha iniciativa surge como un proyecto que podría aplicarse en diez de las atracciones turísticas más populares de la India, como el Complejo del Templo Rajarani, el Templo Dulhadeo, Khajuraho, la Tumba Sheikh Chilli y la Tumba Safdarjung, entre otros.
Cambios en el Taj Mahal
Esta decisión surge al tiempo que el edificio y su sistema de invitados pasa por varios cambios; tan sólo este 2019 entró en un proceso minucioso de limpieza, lo que significa que, por primera vez en su historia, luce inmaculado, casi como nuevo.
Aunado a esto, las visitas son cada vez más reguladas para poder proteger su estructura. Un ejemplo de ello es la petición de entrar sin zapatos para no dañar el suelo, así como una indicación de tiempo máximo de estancia en las instalaciones de tres horas (en caso de excederse, la persona podría ser multada).
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