Hoy podremos ver la superluna negra (y con suerte un cielo estrellado)

Hay algo especial en una noche estrellada. El cielo lleno de brotes luminosos ha sido punto de referencia de navegantes, inspiración para más de un artista y poeta, e incluso el escenario para millones de veladas románticas, acampadas entre amigos y personas que simplemente buscan alejarse de lo cotidiano.

Un cielo sin luna

Observar el cielo es fuente de inspiración, método de relajación e incluso objeto de estudio para miles de científicos; sin embargo, no siempre es posible observarlo claramente. Las posibilidades de contemplar la bóveda celeste nocturna –totalmente despejada– es una tarea casi imposible, ya sea por la presencia de nubes, la contaminación lumínica y hasta por el brillo de la luna.

Por suerte, esta noche del 31 de julio todos los países del hemisferio oeste (incluyendo México) tendrán la oportunidad de ver las estrellas con más claridad que nunca, ya que se llevará a cabo un suceso poco común llamado superluna negra. Esto significa que el satélite de la Tierra no será visible, por lo que su brillo no competirá con el de ningún otro cuerpo celeste.

¿Por qué es especial?

Una luna nueva como tal (también conocida como luna oscura), no es ningún suceso fuera de lo ordinario. Al ser una de las fases lunares, sucede cada 29 días y se trata del momento en el que el lado visible del satélite se encuentra más cercano al sol y no es posible observarla desde la Tierra. Esto da como resultado noches oscuras “sin luna”.

Por otro lado, esta no será una luna oscura cualquiera. Se trata de una superluna, lo que significa que estará en su punto más cercano a la Tierra, conocido como el perigeo. Cuando la luna es visible, se percibe más grande y brillante; al tratarse de luna nueva, el resultado será una noche sin brillo lunar, lo que crea las condiciones perfectas para observar las estrellas.

¿Dónde ver el cielo en la Ciudad de México?

La Ciudad de México, aún con sus millones de luminarias, luces de vehículos e iluminación de casas y edificios, cuenta con puntos que permiten contemplar el cielo. Uno de ellos es el observatorio del Centro Astronómico Clavius, el cual está abierto al público, se encuentra en la Universidad Iberoamericana y cuenta con una cúpula de 3.5 metros con movimiento giratorio, telescopios solares y una terraza de proyección astronómica.

Si lo que se quiere es entrar en contacto con la naturaleza, un buen lugar para ver el cielo nocturno sin salir de la Ciudad de México es el Cerro del Ajusco. Además de ser el punto más alto en la urbe (lo que ayuda a evitar la contaminación lumínica), en esta zona existen varios parques en donde se pueden rentar cabañas para acampar.

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