A lo largo de la historia el único satélite natural de la Tierra ha logrado maravillar a millones de personas. Y es que además de sus atributos astronómicos, la luna se ha convertido en un objeto de estudio para entender el universo, en un destino imaginado por científicos, artistas y turistas grandilocuentes. Además, recientemente fue la inspiración para una urbe china que pretende disminuir su huella de carbono y ahorrar gastos de iluminación, se alumbre.
Una nueva luna para la ciudad de Chengdu en China
Alguna vez un artista francés pensó en poner un collar enorme de espejos alrededor del planeta para que París siempre recibiera la luz del sol. Tal vez esto sólo fue una fantasía. Sin embargo, el Instituto de Investigaciones Aeroespaciales de Chengdu tomó esta ilusión onírica como el principio de un proyecto ambicioso que consiste en crear una luna artificial (ocho veces más brillante que el satélite natura) para que ilumine las noches de la urbe
Esta idea surgió como una forma de ahorrarle hasta 170 millones de dólares a Chengdu, la quinta ciudad más poblada del país oriental. A la par, los científicos pretenden crear luz con energía limpia, ya que actualmente el alumbrado público se alimenta de electricidad proveniente del carbón, una enorme fuete de contaminación.
Mientras que nuestro satélite natural está a una distancia de 384,400 kilómetros de la Tierra, esta segunda luna se encontrará a unos 500 kilómetros. Funcionará a través de paneles solares con revestimientos super reflejantes, cuya luz iluminará únicamente de 10 a 80 kilómetros de diámetros, esto con la intención de no molestar a la vida salvaje que vive en la región.
Aún es un proyecto en proceso
Aunque la organización a cargo de la inciativa afirma que los animales no se verán afectados porque la luz artificial será similar a la del resplandor del atardecer y además ayudará durante apagones y desastres naturales, hay quienes todavía toman con escepticismo esta afirmación. Aunado a esto aún no se sabe la altura, el tamaño ni quién financiará el proyecto.
Wu Chun Feng, presidente del Instituto de Investigaciones Aeroespaciales de Chengdu afirmó que este satélite artificial estará en órbita en el 2020. Se trata de un primer experimento que en caso de ser exitoso se multiplicará para el 2022.
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