Sobre el maíz que tiene los colores del arcoíris (y que se cultivaba hace más de dos siglos)
En América existen sobre 200 variedades de maíz, y en México se pueden encontrar 64.
POR: Paola Gerez Levy
Alargados, redonditos, morados, blancos, amarillos, de grano pequeño o cargados de almidón. Existen cientos de variedades de maíz en el mundo –64 de ellas se pueden encontrar en México–, pero hay una en particular que llama la atención por tener granos de colores, desde morado y azul hasta verde y rosado. Hablamos de Glass Gem, un tipo de mazorca que se cultivaba hace más de dos siglos y que sobrevivió gracias al trabajo de un nostálgico granjero.
Se trata del estadounidense Carl Barnes, que en un intento por indagar en sus orígenes familiares en la tribu Cherokee dio con un universo hasta ese entonces desconocido para él. Un cosmos terrestre lleno de variedades de una semilla endémica rica y multifacética, que además tiene la capacidad de evolucionar y dar nuevas especies solo sembrándola en un jardín.
Lo que empezó en un patio y terminó salvando a una especie
Los resultados de su experimento no tardaron en relucir. En su jardín aparecieron mazorcas de colores, de diferentes tamaños y formas. Luego comenzó a seleccionar las semillas de aquellas plantas que daban los frutos más coloridos, y con tiempo –y múltiples generaciones de maíces– logró, en la década de los ochenta, obtener un arcoíris comestible: una combinación genética que partió de especies nativas como greyhorse, Pownee miniatura y maíz de harina roja.
Ahora su experimento se popularizó tanto que, lejos de una nueva posibilidad de extinguirse de nuevo, el maíz Glass Gem incluso se comercializa en línea. La mala noticia para muchos es que, debido a que tienen un alto contenido de almidón y una corteza dura, no es apto para comer directamente; más bien se emplea para hacer harinas, tortillas, atoles o palomitas.
El maíz en el continente americano
Dichos tipos de elote son endémicos de la región de Osage –hoy una reserva–, donde las tribus lo cultivaban por lo menos desde el año 200 d. C. Estos grupos dividían su vida en dos momentos: cuando se asentaban y sembraban, y cuando se volvían nómadas durante los periodos de caza de bisontes.
No obstante, las primeras evidencias de maíz domesticado datan entre ocho y 10 mil años atrás en los suelos de las cuevas de Yagul y Mitla en el centro de Oaxaca. Más tarde esta práctica migró hacia el norte y llegó hasta los límites meridionales de Mesoamérica, donde no solo se sembraba y consumía, sino que se veneraba como objeto sagrado.
Para los olmecas, las mazorcas eran símbolo de riqueza; para los aztecas, este alimento se manifestaba en la diosa Chicomécatl. Para los mayas esto iba más allá, pues según interpretaciones del libro sagrado Popol Vuh, los humanos fueron creados por los dioses a base de una mezcla de maíz blanco y amarillo en el Paxil, el lugar en donde se originó el hombre hecho de maíz.
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Foto de portada: Glass Gem Corn / Facebook
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