Desde hace más de 400 años, los japoneses se han esmerado por mantener viva una de las tradiciones más encantadoras del país. Se trata de hanami o la acción de sentarse a contemplar las flores cada primavera. Esta actividad, que requiere paciencia y concentración, se realiza cada año durante marzo y abril, en ese instante exacto en el que miles de cerezos cubren ciudades, ríos y palacios enteros. Tristemente entre el calentamiento global y la contaminación del planeta, este fenómeno podría desvanecerse en un futuro próximo y una prueba de esto es la fecha en la que los árboles han brotado en 2020.
En 2020 llegarán más temprano
Desde 2013, la Corporación Meteorológica de Japón (JMC) ha notado que la fecha de las primera floraciones de los árboles sucede más pronto en el año. Si bien el hanami marca el inicio de la primavera, este año los viajeros que visiten Japón en invierno podrán estar contentos, ya que el espectáculo natural más esperado por los locales llegará pronto.
Armar una ruta para ver todos los cerezos
La JMC monitorea diversas condiciones que le permiten pronosticar las fechas de kaika (que significa “primeros brotes de flor”) y de mankai (que se refiere a la floración completa de los árboles), como las temperaturas más bajas del otoño e invierno, el crecimiento de los cerezos e historiales de las diversas regiones.
Este año, las localidades en ver los primeros capullos brotar serán Tokio y Kochi el 19 de marzo; la floración total será alrededor del 27 del mismo mes. Mientras más al norte, más tarde llega el kaika. Así, se puede esperar este fenómeno para el 20 de marzo en Fukoka, el 21 en Nagoya, el 22 en Hiroshima, el 23 en Kioto, el 25 en Osaka y hasta el 23 de abril en Sapporo y el 1 de mayo en Hokkaido.
Una app para seguir las mankai
Quien cuente con un teléfono inteligente podrá descargar la app Sakura Navi gracias a la cual, los usuarios pueden rastrear sitios en donde la floración está llegando. Entre las funciones que incluye esta herramienta hay un índice de la etapa de floración de las distintas latitudes (desde capullos hasta brote total), un mapa de sellos en donde se puede marcar los espacios que ya se visitaron, o también se pueden activar las notificaciones para saber qué tan cerca uno se encuentra de los cerezos.
El desequilibrio meteorológico
El primer indicio del desequilibrio sucedió en 2018, cuando los árboles en numerosas ciudades comenzaron a ponerse rosas en octubre. En realidad, una floración desfasada no es rara, pero en este caso el número de ejemplares que padecieron el destiempo fue tan elevado que llamó la atención de los especialistas.
La explicación que dieron fue que la temporada de tifones fue más intensa de lo normal, lo que ocasionó el flujo de aire caliente y generó la floración. Otra explicación, más científica, habla de cierta hormona que se secreta en la planta y que impide el crecimiento de los capullos. Lo que sí es una certeza es que hace dos años los árboles afectados perdieron gran cantidad de follaje y la próxima primavera no sacarán más flores.
Árboles ancianos
Los cerezos viven en promedio unos 60 años. Si se considera que la mayoría de ellos se sembraron en Japón en los años de la postguerra, la muerte de muchos será inevitable en los próximos años. El problema es que en Tokio (donde hay cerca de 45 mil de estas especies) ya no cuenta con tanto espacio para sembrar más árboles.
¿Qué hacer para salvarlos?
Las autoridades japonesas trabajan constantemente para preservar este suceso; tallan aquellos arboles viejos o con plaga y siembran nuevos. Sin embargo como viajeros lo que mejor podemos hacer es respetar su hábitat; colocar nuestras mantas de picnic lejos de las raíces de los árboles; no arrancar flores ni romper ramas para llevarse un recuerdo; además de hacer un esfuerzo constante por bajar nuestra huella de carbono a la hora de viajar y en nuestro día a día.
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