El papel moneda, ese objeto tan frágil y valioso que cruza fronteras y viaja a través de miles de manos, es también testigo del tiempo y de crónicas infinitas. Además de su relevancia financiera, se le admira por su diseño, que narra sucesos alusivos a la cultura e historia de su país de origen, por medio de pequeñas ilustraciones o leyendas.
Un ejemplo de ello es el billete de 500 pesos mexicanos, catalogado como el segundo más bello del mundo según la Sociedad Internacional de Billetes Bancarios, que desde hace 15 años selecciona las divisas más hermosas del planeta.
Frente del billete de 500 pesos.
Este 2020, México quedó en segundo lugar, por debajo de Canadá y sus 10 dólares, cuya figura principal es Viola Desmond, un icónica luchadora social. En el caso del ejemplar mexican, el frente representa el proceso histórico de la Reforma y la restauración de la República bajo la batuta del presidente Benito Juárez (1806-1872), quien expidió las Leyes de Reforma con apoyo de los liberales radicales. El político fue proclamado Benemérito de las Américas por su defensa de las libertades humanas.
Reverso del billete de 500 pesos
En el reverso se puede apreciar el rico ecosistema nacional, plagado de costas, mares e islas. Se ve, en específico, una ballena gris y su ballenato mientras surcan las aguas mexicanas de la Reserva de la biósfera el Vizcaíno en Baja California Sur, una de las áreas naturales protegidas más grandes de México. De hecho, el Santuario de Ballenas de El Vizcaíno es el lugar más importante en el mundo para proteger la población de aquellos cetáceos, que se aparean en esta zona para luego llevar a cabo la crianza, una de las etapas más importantes y delicadas de su ciclo biológico.
Avistamiento de ballena gris en Baja California Sur.
En el tercer sitio quedó el billete ruso de 100 rublos, que muestra a un niño sosteniendo un balón, además del portero Lev Yashin, considerado el mejor arquero de la historia del futbol.
Visitar la Reserva de la biósfera el Vizcaíno
Catalogada como un Bien Mundial Natural por la UNESCO en 1993, la Reserva de la biosfera el Vizcaíno se ubica en Baja California Sur, en el poblado de Guerrero Negro. Sus paisajes únicos van desde dunas y manglares, hasta montañas, playas, lagunas e islotes. Uno de los atractivos más populares son los recorridos entre rocas y senderos para llegar al encuentro de las pinturas rupestres, uno de los legados más notables y que todavía se pueden ver gracias a la atmósfera seca y fresca que generan las bóvedas rocosas en las que se encuentran.
Mar de Baja California Sur.
Otra de las actividades es el avistamiento de ballenas, aunque para esta actividad es necesario solicitar un permiso a las autoridades locales, pues la zona es refugio de cetáceos y el número de visitas está controlado.
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