Zacatecas tiene una diversidad cultural única. Aparte de su capital (llena de vestigios barrocos), se pueden visitar una multitud de parques naturales, pueblo mágicos e incluso tres destinos en donde se puede recorrer la herencia precolombina que son por demás fascinantes y no tan conocidos.
Recientemente se sumó a esta breve lista un nuevo lugar. Nos referimos a Las Ventanas; un asombroso parque arqueológico que se encuentra a los pies de un acantilado y que abrió sus puertas al público el pasado 2 de agosto.
Tras casi 15 años de trabajos de recuperación, por fin quedaron listas las estructura para recibir a sus primeros visitantes. En el sitio se pueden ver un grupo de asombrosas construcciones de roca y una sala de exposición en la que viven objetos que fueron descubiertos durante las minuciosas excavaciones que realizaron personas del INAH.
Los muros están construidos de rocas de origen volcánico y sedimentario. Foto: Mauricio Marat/INAH
Un sitio entre las montañas y el valle
Las ruinas fueron el hogar de los pobladores caxcanes, una tribu que se resistió con mucha fuerza la invasión de los españoles. Durante esa época, Las Ventanas era el desarrollo cultural más grande del Cañón de Juchipila. Su nombre nació de la estructura del sitio: un refugio natural (que servía de casa) con dos aberturas que daban hacia el valle y que estaban incrustadas en un acantilado rocoso que caía 40 metros.
Cuando comenzaron los estudios de la zona, durante los años ochenta y noventa, encontraron que habían dos ventanas que aún conservaban dinteles de madera. Por otro lado notaron que el muro del interior se había fabricado con rocas recubiertas con enjarres de arcilla y pasto, algunas de ellas decoradas con franjas de pintura a base de cal y pigmentos naturales.
Este tipo de construcciones incrustadas son características de los grupos indígenas del norte. Foto: INAH.
Gracias a su altura se cree que esta construcción se usó como punto de vigilancia, ya que en esta región habitaban grupos prehispánicos que vivían aún como seminómadas. Este tipo de arquitectura se puede ver a menudo en la región suroeste de Estados Unidos y los estados mexicanos de Durango y Chihuahua.
Qué encontrar en Las Ventanas
Además de la antigua residencia, los visitantes podrán pasear por distintas edificaciones de roca basáltica, riolitas y calizas. Tal es el caso de nueve plataformas y un basamento piramidal de 5.6 metros de altura desde el cual se puede mirar el valle y la sierra de Nochistlán. Por otro lado, a los pies de la montaña, también se hallaron dos centros ceremoniales, entierros, objetos de molienda, una serie de petroglifos, piedras talladas, cerámica doméstica y hasta un juego de pelota de 60 metros de largo.
En el sitio se descubrieron entierros, petroglifos, piedras labradas y cerámicas. Foto: INAH.
La historia del lugar
Aunque según los investigadores del INAH este poblado se fundó alrededor del siglo I, fue hasta entre los años 1200 y 1531 cuando alcanzó su máximo florecimiento y se aprovechó al máximo su infraestructura. Una década después, a pesar de su resistencia y espíritu combativo, los caxcanes fueron vencidos por los conquistadores tras los enfrentamientos de la Guerra del Mixtán.
Visitar la zona arqueológica
Las Ventanas se encuentra a un lado del poblado de El Remolino, al sur del estado. Su localización es un tanto aislada, por lo que es necesario llegar en coche. Desde Zacatecas o de Guadalajara, hay que manejar 2:30 horas, pero si el origen es Aguascalientes el camino es de solo dos horas.
Foto de portada: INAH.
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