Esta mañana, hubo un aterrizaje de emergencia en un vuelo de KLM, que despegó este lunes desde la ciudad de Ámsterdam con rumbo a la Ciudad de México. Esto sucedió como consecuencia del impacto de un ave contra uno de los motores del avión. El percance ocurrió a poco tiempo de haber despegado desde el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol.
Para salvar la situación, la aeronave afectada –un Boeing 747-400– tuvo que dar vueltas en círculo por el Mar del Norte para finalmente regresar a una terminal Ámsterdam-Schiphol. El aterrizaje se hizo sin ningún contratiempo, y los pasajeros podrán reprogramar su vuelo para llegar a México.
Los impactos de aves son uno de los principales problemas para aerolíneas alrededor del mundo. A pesar de que los aviones están diseñados para seguir en marcha sin mayor preocupación por las aves que puedan llegar a atorarse, si éstas son muchas o si son muy grandes, las consecuencias pueden ser dañinas. Un ave de un peso mayor a un kilo, por ejemplo, podría destrozar o descomponer gravemente el motor de un avión. Sin embargo, 16 aves pequeñas no causarían un impacto grave en un avión comercial.
Según datos de la Administración Federal de Aviación, los impactos de aves han provocado aproximadamente 200 muertes alrededor del mundo desde 1988 y han generado gastos de 400 millones de dólares anuales en Estados Unidos. En Reino Unido, el Laboratorio Central de Ciencia estimó que, a nivel mundial, el costo anual de estos incidentes para las aerolíneas es de más de mil millones de dólares al año, tomando en cuenta reparaciones consecuentes y los gastos generados por vuelos cancelados y retrasados.
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