Así es como Le Blanc vive la reapertura de Cancún y Los Cabos

Ahora que los viajeros sueñan con un descanso de la rutina de cuarentena, Le Blanc los espera con las medidas de seguridad necesarias para proteger tanto a huéspedes como a colaboradores. Recientemente, platicamos con Víctor Vargas, director corporativo de ventas en Le Blanc Spa Resorts, quien nos contó sobre cómo sus hoteles han vivido la reapertura.

¿Cómo sienten al mercado nacional e internacional con la reapertura?

Ahora que los viajes se reactivan, hemos comenzado a tener nuevas reservaciones. En Cancún abrimos el ocho de junio y en Los Cabos el primero de julio, ambas aperturas se basaron en las medidas del gobierno de cada estado. Los dos destinos se encuentran en semáforo naranja, lo que nos permite alrededor del 30% de ocupación. En promedio hemos alcanzado el 25%, lo que es bueno en estas circunstancias.

El mercado ha sido nacional, pues es más fácil para los mexicanos ir a Cancún o a Los Cabos. Sin embargo, el mercado estadounidense también está viniendo mucho. A Los Cabos llegan muchos viajeros de Texas y de California; en el caso de Cancún nos visitan una gran vantidad de personas de Nueva York.

¿La recomendación de no viajar a México por parte de Estados Unidos ha afectado en algo?

El mercado americano es muy susceptible a todas las recomendaciones de su gobierno. No ha habido una desaceleración como tal, pero el cliente sí tiene muchas preguntas. Aunque está restringido manejar de frontera a frontera, no se cerraron los vuelos de Estados Unidos a Cancún. Incluso en la cuarentena, volaban menos personas, pero sí había por lo menos un vuelo semanal. La conectividad no es la misma, pero sí hemos recibido mercado estadounidense, pues la gente necesita un descanso.

¿Qué diferencia hace el distintivo que tienen con WTTC?

El sello de la WTTC, Word Travel and Tourism Concil, es una garantía para el cliente americano, ya que asegura que estamos implementando ciertos protocolos. También sacamos nuestro propio programa, Pure Le Blanc Palace. Se trata de una combinación de los protocolos que nos piden organismos internacionales y las recomendaciones que nos dan a nivel federal.  Consiste en 240 acciones que se llevan a cabo dentro de la propiedad. Tenemos una campaña de un minuto para explicar nuestras medidas y dar confianza a los viajeros. Salió en redes sociales, nuestra página web y en un comunicado que se envió a nuestros socios comerciales y agentes de viaje.

Gracias a esto, los clientes se han sentido seguros en nuestros hoteles. Además, los colaboradores están usando las máscaras y cada cuatro horas se cambian a una de diferente color. Cuando los huéspedes hacen check out, se hace una limpieza profunda de la habitación para sanitizar por completo, incluyendo los colchones y aires acondicionados.

Una vez que se lleva a cabo el protocolo de limpieza, se coloca un sello en la puerta que garantiza que nadie entrará en la habitación hasta el siguiente check in. Tenemos una máquina que mide y escanea la temperatura de forma sistemática, la cual se usa con colaboradores y huéspedes. El check in se puede hacer en el teléfono y así evitar contacto con la recepcionista. La carta física de los restaurantes ya se cambió a digital, y cerramos el buffet, pero tenemos todas las opciones a la carta.

¿Hay muchos huéspedes que repiten o más bien gente que visita el destino por primera vez?

Estamos orgullosos de tener mucha clientela que ya confía en nosotros. Un 60% de nuestros clientes es repetitivo y conocen bien el servicio. Incluso hay personas que han visitado ambos hoteles en distintas vacaciones. El mes pasado sacamos una promoción en la que, por una habitación de tres noches, se les regala otra habitación de tres noches, y lo pueden usar el resto del año. Esta promoción nos ayudó a traer clientes nuevos y así incentivar al viajero después de haber estado en cuarentena.