Le Pliage de Longchamp ya era un objeto de deseo para cualquier viajero cuando apenas estaba siendo creada. ¿Quién no querría una bolsa capaz de doblarse hasta conseguir el tamaño equivalente a una libreta? Esta bolsa vino a solucionar la vida del trotamundos, solucionando problemas imprevistos de espacio y ofreciendo un accesorio versátil y duradero, que luce perfecto en distintos ambientes.
Esta bolsa es un diseño de Philippe Cassegrain, hijo del fundador de Longchamp. Su inspiración fue un viaje que hizo a Japón, y al concebirla, la imaginó como un producto de temporada. Poco imaginaba que se convertiría en un ícono instantáneo de la firma. La clave está en su versatilidad: Le Pliage de Longchamp es una bolsa que bien se puede llevar a una sala de juntas o a un viaje relajante. A esa versatilidad se suma una confección minuciosa –cada costura está milimétricamente cuidada y las partes de piel tardan cuatro horas en ensamblarse– que garantiza un aspecto y una calidad impecables.
En 2018, este emblema de Longchamp celebra 25 años. Para conmemorarlos, la marca ha lanzado Le Pliage Club, un modelo de bolso reimaginado para dar paso a un accesorio para las nuevas generaciones. En este, el nylon canvas característico de Longchamp está embellecido con la solapa y asas en cuero en las mismas tonalidades, y se incorporan acentos de color en detalles como el emblema ecuestre de la firma, el botón y los bordes de la solapa. Con estos elementos, Le Pliage Club promete convertirse en un clásico instantáneo.
***
También te recomendamos:
10 cosas que nunca deben faltar en tu carry-on
Recorre la ciudad con el mejor estilo francés
Cómo reponerte de un viaje en avión