Aunque la luz del día es indispensable para la vida, desde tiempos ancestrales hemos encontrado la manera de aprovechar y de encontrarle un encanto a la oscuridad. La noche, por ejemplo, ofrece numerosas oportunidades, desde conocer y probar los bares de una ciudad, hasta admirar las estrellas desde un punto alejado de las urbes.
Esto último no es nada nuevo; la observación de las estrellas y la bóveda celeste han inspirado poemas, películas, cuadros y hasta descubrimientos científicos que ambiaron el curso de la vida moderna. Sin embargo, una variante que en los últimos tiempos ha cobrado relevancia entre los viajeros es el astroturismo, un tipo de aventura en que la prioridad es conocer sitios en donde el cielo nocturno luzca tapizado de astros luminosos.
Siguiendo esta tendencia, hemos seleccionado cinco destinos en América cuyos cielos dejan ver el universo. La clave aquí es que se ubiquen alejadas de las ciudades y de la dañina contaminación lumínica que provoca la presencia desmedida de fuentes artificiales de luz. Desde Chile hasta Estados Unidos, todavía existen lugares en el mundo donde este espectáculo natural aún puede disfrutarse.
Desierto de Atacama
Chile
Este es un sitio donde es casi garantizado un cielo nocturno despejado. Una de las razones es que al ser el desierto más seco del mundo –sin contar los desiertos polares– nunca llueve y tampoco hay nubes que puedan tapar la vista en la oscuridad. La otra es que abarca una superficie rocosa y arenosa de 10 millones de hectáreas, lo que significa que no existen muchos poblados que puedan contribuir con contaminación lumínica.
Salar de Uyuni
Bolivia
Gracias a un suelo único en el planeta, este sitio es una parada imperdible en un viaje si el objetivo es cazar los cielos más retacados de estrellas. La superficie está conformada enteramente –desde hace millones de años– por sal. Este material cristalino refleja todo lo visible y el cielo nocturno no es la excepción. De noche, las estrellas y los astros se proyectan en el suelo y crean la ilusión de estar parado, literalmente, en el cosmos.
Parque Ncional San Pedro Mártir
México
La Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, es el lugar indicado no solo para amantes de las estrellas sino para verdaderos aficionados, ya que en la cima de las montañas se encuentra uno de los tres obvervatorios astronómicos profesionales del país. Aquí, mirar el cielo nocturno se puede hacer desde un potente telescopio. En caso de que la visita al parque dure más días, uno puede pasar la noche en las áreas de campamento y ver las estrellas bajo una cobija.
Volcán Chimborazo
Ecuador
El cielo visto desde el punto más alto de Ecuador –y el más alto de la Tierra, si se considera su distancia al centro del planeta– es uno de los más bellos del contintnte. Cualquier época es apropiada para ir, pues el clima no es muy variable en latitudes cercanas a la línea del Ecuador, aunque los meses con menos probabilidades de clima nublado son en verano. Sin embargo, los meses menos nublados son junio, julio y agosto. Se puede llegar a los campanentos base e incluso subir hasta la cima, a 6,310 msnm.
Parque Nacional Joshua Tree
Estados Unidos
En la intersección de los desiertos de Mojave y Colorado, al sur del estado de California, este parque nacional tiene condiciones ecológicas únicas. Los vientos fuertes y las escasas tormentas dejan hacen del cielo un lienzo cristalino e infinito en donde, tras el atardecer, se pueden ver las constelaciones e incluso la Vía Láctea. La mejor experiencia es quedarse a acampar dentro del parque y admirar las estrellas toda la noche.