Descubrieron un templo del dios del desollamiento en Puebla
Con este descubrimiento sin precedentes, la importancia, percepción y veneración de las diferentes deidades da un giro.
POR: Paola Gerez Levy
Las exploraciones en busca de vestigios y piezas que iluminen el pasado prehispánico de México nunca se detienen. Pero el 2019 comenzó con el pie derecho para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Y es que un grupo de arqueólogos descubrió en un basamento piramidal del sitio arqueológico de Ndachjian-Tehuacán el primer templo dedicado a Xipe Tótec, el dios del desollamiento.
Dentro del primer templo del desollamiento
Dentro de este templo (integrado por dos altares de sacrificio) se encontraron dos esculturas que hacen una referencia directa al degollamiento, una práctica común en algunos pueblos prehispánicos. Estas esculturas fueron talladas en roca volcánica por artesanos popolocas y cada una mide 70 centímetros de alto y pesa alrededor de 200 kilos.
Xipe Tótec, nuestro señor el desollado, es un dios cuyos poderes se asociaban con la fertilidad, los ciclos agrícolas y la guerra. Las culturas que lo veneraban habitaron en el centro, occidente y la zona del Golfo del país. Y aunque en el pasado ya habían aparecido algunas piezas de barro que hacían referencia a esta misteriosa figura, nunca antes en la historia de México se había encontrado un templo dedicado a esta deidad.
De acuerdo a los especialistas encargados del proyecto, los popolocas habitaron en la región sur de Puebla y Veracruz, y en ciertas áreas de Oaxaca. Como en la mayoría de las culturas prehispánicas de México, para ellos la muerte jugaba una papel importante tanto en su cosmogonía, como en las prácticas sociales que llevaban a cabo; un ejemplo de esto eran las fiestas de Tlacaxipehualiztli, un evento en el que se sacrificaban cautivos y se realizaban desollamientos en honor al dios Xipe Tótec.
Los trabajos de exploración continúan
Este hallazgo sucedió mientras el equipo de investigadores, liderado por la arqueóloga Noemí Castillo Tejero, trabajaba en la restitución del Gran Muro Norte en esta zona arqueológica. Ante la sorpresa de encontrar piezas sin precedentes, Castillo dijo que en esta disciplina “sabes dónde vas a iniciar pero no cuándo vas a terminar ni qué encontrarás”. Actualmente, las piezas se exhiben en el Museo de Sitio de Tehuacán.
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