Por primera vez en México una de las piezas más importantes Peter Paul Rubens (el máximo exponente del barroco flamenco) será exhibida en la ciudad. Se trata de El martirio de San Andrés, cuadro pintado en 1639 y que se quedará en la capital hasta diciembre de 2019 en el Museo Nacional de Arte (MUNAL). La obra monumental –mide más de tres metros de altura– fue realizada un año antes del deceso de alemán. En ella se narran los momentos previos a la muerte del apóstol, crucificado por no adorar a los ídolos paganos que había en Patras, Grecia.

De acuerdo a expertos, el dramatismo de la escena se centra en el gesto de súplica de Maximilia, esposa de san Andrés, ante el cónsul Aegeus. Así como en la amplia gestualidad de los personajes reflejada en los brazos abiertos de Maximilia, símbolo de intercesión de piedad; en la tardía decisión de misericordia de Aegeus, expresada en su rostro y en su mano abierta; en la decisión heroica y la expresión de dolor del santo, para la cual el artista se inspiró en la escultura clásica Laocoonte y sus hijos, considerada en el Barroco como la máxima representación del dolor humano.

El martirio de San Andrés.

Hay que destacar que el quehacer de Rubens puede categorizarse en 3 géneros: pintura religiosa, histórica y mitológica. Aunque también realizó retratos y escenas de caza. Se cree que el creador cuenta con más de mil 400 cuadros verificados y unas 16 obras extraviadas.

Otra pieza emblemática –considerada sublime y perfecta– es La masacre de los inocentes, que muestra una escena bíblica en los tiempos del nacimiento de Jesús.

En La masacre de los inocentes Rubens usa por primera vez el claroscuro.

¿Dónde más ver las obras de Rubens?

En las salas del Museo del Prado se albergan decenas de obras maestras de Rubens que van desde el siglo XVI hasta XIX. Entre ellas está Las 3 Gracias, una pieza que hace alusión a las las hijas del dios Júpiter, Aglae, Eufrosina y Talía, consideradas como símbolo de belleza, amor, fertilidad y sexualidad, así como de amistad y generosidad.

Por otro lado, la Catedral de Notre-Dame du Puy –construida en el siglo XVI con estilo románico en Grasse, Francia– resguarda tres cuadros del alemán, quien según diversos historiadores, era un hombre sumamente creyente y espiritual; incluso pensaba que su obra era inspirada por Dios.

obras del Museo del Prado