Es común pensar que los hoteles boutique son ostentosos y lujosos. Sin embargo, de todas las opciones que hay aquí y allá, existen algunos sitios que se alejan de eso y llevan su esencia hacia lo más simple, minimalista y cómodo. Un ejemplo de esto es Lo Sereno Casa de Playa, un oasis de relajación con casi cinco kilómetros de arena suave en medio de la costa semivirgen de Troncones, en Guerrero.
Este hotel se define a sí mismo como lujo descalzo. Y es que basta ver su arquitectura –a cargo de Jorge González Parcero– para entender que en sus edificaciones predominan los materiales de tonos terrosos como madera y concreto, y las estructuras contemporáneas y rectas que favorecen los espacios abiertos y la cercanía con el entorno natural. En cuanto al interior, se optó por integrar la autenticidad cultural de México a través de una decoración plagada de textiles artesanales y palapas.
Con la idea de asemejarse a una casa, la construcción únicamente tiene dos pisos, lo cual crea la ilusión de que está incrustada en la vegetación exuberante de la Sierra Madre del Sur. Dentro del hotel sólo hay 10 suites de tres tamaños diferentes. Todas cuentan con terrazas amplias y vistas armoniosas ya sea al Pacífico o a la alberca. Asimismo, los baños tienen duchas al aire libre.
Aunque sólo cuenta con un restaurante y un bar, la oferta de comida no se queda atrás en este alojamiento. En cada plato que se prepara se utilizan ingredientes de temporada originarios de la región. El área del comedor y la barra son al aire libre, ideales para disfrutar de una noche cálida.
Cabe resaltar que Lo Sereno es miembro de Design Hotels, una empresa que representa a más de 300 hoteles boutique independientes alrededor del mundo. De hecho, el sitio está dentro de la categoría Made by Originals, en la cual se reconocen las propuestas más novedosas.
Una habitación
Room B es una suite de ensueño que cuenta con cama queen, una gran terraza privada rodeada de palmeras y ventanas con vista al mar. Presumen un estilo impecable sin caer en lo pretencioso.
Espacio abierto
La Terraza, un área cerca del mar, es el lugar ideal para leer, platicar o tomar algo. El espacio está cubierto por una pérgola de madera y mobiliario que combina con el paisaje playero, como mesas de teca y sillas color turquesa.
Algo imperdible
El mar. Parece obvio pero no lo es; dado que se adapta a casi todos los gustos, puede disfrutarlo quien busca descansar en la orilla, quien prefiere nadar con calma y sin prisa, o quienes buscan las olas imponentes para surfear a gusto.
Platillo
Los productos del mar que se sirven en el restaurante son frescos. Una recomendación es pedir las tiritas de pescado, que se envuelven en una hoja de pepino y se decoran con rebanadas de chile serrano y un chorro de aceite de oliva.
Bebida
La mixología es uno de los puntos fuertes del hotel. Entre todas las posibilidades destaca su trago insignia: Lo Sereno. Este coctel se prepara a base de vodka y se le añaden tonos cítricos y un toque de albahaca.
Personaje clave
La persona detrás de la creación de este rincón es Rafael Sainz Skewes, quien tras una visita a Troncones quedó fascinado con el ambiente pacífico del lugar y decidió transmitir su pasión mediante un alojamiento.
Llegar a Troncones
Esta playa se encuentra a 30 km al norte de Ixtapa, aproximadamente a media hora en carro. Si el punto de llegada es el Aeropuerto Internacional de Ixtapa-Zihuatanejo, basta conducir 45 minutos para llegar.
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