De tanto en tanto, no viene mal dejar a un lado los destinos populares y concurridos para emprender una aventura y conocer sitios más inadvertidos (aunque no por eso menos interesantes). Entre las montañas de la Sierra La Laguna, planicies arenosas y las aguas cristalinas del Mar de Cortés está La Paz, una ciudad con el encanto del norte y la tranquilidad de la playa.
La capital de Baja California Sur, destino desapercibido por algunos, poco a poco está entrando en el ojo de los viajeros nacionales e internacionales. Eso lo tiene muy claro Grupo HABITA, cadena hotelera que prevé inaugurar La Casa de las Perlas, un hotel boutique en la Bahía de la Paz.
Rediseñar los espacios
Algo particular del proyecto es que no es una construcción nueva; se tomará como base una antigua casa que data de la década de 1910 ubicada sobre el Paseo Álvaro Obregón –mejor conocido como el Malecón–. La idea de Max von Werz, encargado de la arquitectura, y JAUNE, responsables del diseño de los interiores, es regresar el esplendor no solo a la vivienda, sino también a esta icónica vialidad costera.
Según los planos, La Casa de las Perlas contará con 32 habitaciones. Sin embargo, y además de la remodelación de la casa, se añadirá un edificio contemporáneo en donde se podrá visitar el Sunset Bar con vista al mar, la alberca, el spa, un desayunador y el restaurante, cuyo menú se diseñará con base en productos locales y provenientes del Mar de Cortés. Una buena noticia es que las amenidades del lugar estarán disponibles para el público en general, no solo para los huéspedes.
Se trata de la propiedad número 13 de Grupo HABITA en el país y la número 15 si se suman los dos hoteles que funcionan en Estados Unidos. Aunque la construcción de este hotel boutique comenzó el 13 de mayo pasado, aún no se revela la fecha probable de inauguración.
El Malecón, símbolo de la identidad paceña
Tan solo cruzar el umbral de la gran puerta principal, uno ya está sobre el malecón de La Paz, un paseo que se extiende por más de dos kilómetros que bordea la costa. A lo largo se pueden ver numerosas esculturas en bronce, obra de Juan Soriano y Octavio González. Salir a presenciar la puesta de sol es un imperdible, pues la luz anaranjada remarca las siluetas de las palmeras y los mástiles de los veleros casuales.
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