Travesías cumple 18 años y, para celebrarlo, hemos hecho una reflexión profunda de los cuatro puntos cardinales que rigen el planeta. Nos hemos detenido en las múltiples posibilidades que ofrece el norte, el sur, el este y por supuesto el oeste.
Aunque sea difícil de imaginar, es un hecho que las fronteras políticas no son más que líneas imaginarias que poco pueden hacer contra la naturaleza. Por ejemplo, el sur del país de Estado Unidos tiene ecosistemas muy similares a los del norte de México y no hay ningún muro que pueda dividir esta compleja realidad.
Esta semejanza se acentúa sobre todo en el estado de Durango, cuyos paisajes con (casi) nula intervención humana están llenos de bosques, cañones, valles, ríos, lagunas y desiertos. Lugares de temperaturas extremas que van desde los 14 grados bajo cero en invierno, hasta los 41 grados en el verano.
Son estos ecosistemas extremosos y desérticos lo que hacen a Durango un lugar perfecto para experimentar el Viejo Oeste americano sin salir de México. Y es que desde los años 50 han surgido en todo el estado pequeños pueblos y atracciones turísticas que no solo reciben viajeros sino que han sido usadas como locaciones en más de 150 películas del famoso género western.
Personajes de la industria cinematográfica de la talla de John Wayne, John Howard, Ringo Star, Salma Hayek, Dolores del Río, Andrea Palma, y María Félix han filmado en esta región del país. Esta relación comenzó en 1898 cuando se grabó un corto llamado Un Tren Llegando a Durango.
Actualmente aún existen varios lugares donde se puede experimentar un poco de lo que fue el viejo oeste gracias a los sets y pueblos que aún quedan de esta época; escenarios que están abiertos al público cerca de la ciudad de Durango.
Villas del Oeste
Este parque temático se encuentra a poco más de 10 kilómetros de la capital del estado. En en 2002 fue construido como set cinematográfico, pero ahora se puede ir y presenciar “batallas de pistoleros”, practicar el tiro al blanco, pasear en una típica carreta e incluso ver un baile de can-can.
San Vicente Chupaderos
A este sitio lo rodea un aura del Viejo Oeste, pero también tiene un gran legado en lo que respecta a la época del Cine de Oro en México. Fue en este pueblo donde se filmaron alrededor de 40 largometrajes mexicanos durante las décadas de los 50, 60 y 70. Sin embargo, tiempo después el lugar cayó en el olvido hasta el 2010, año en el que se construyó la emblemática fachada del lugar para atraer los turistas y regresar al pueblo sus mejores tiempos.
Rancho La Joya
A 44 kilómetros se encuentra una propiedad rodeada de acantilados que perteneció al ícono del cine americano, John Wayne. El actor adquirió el sitio por considerarlo perfecto para la filmación de películas western como Los hijos de Katie Elder, Bandidas y Texas Rising.
Paseo del Viejo Oeste
En 1971 se filmó Odio en las Praderas, la primera película producida en este set ubicado a 13 kilómetros de la carretera Durango-Parral. Aquí se recrea a la perfección un pueblo vaquero y, por eso, actualmente es un parque temático ambientado en las películas de este género donde las personas tienen la oportunidad de vivir una experiencia western.
Jardín de piedra de Mexiquillo y Cañones del Espinazo del Diablo
El Viejo Oeste no estaría completo sin sus planicies semiáridas, desiertos y paisajes casi inhabitables donde todos los vaqueros llevaban a cabo sus hazañas. Uno de estos sitios es el Jardín de piedra de Mexiquillo, donde se pueden encontrar un sinnúmero de piedras de lava petrificada sobre las que se rodó la película El Cavernícola, en la que actuó Ringo Starr.
El segundo sitio es el Espinazo del Diablo, el cual se encuentra en una reserva ecológica de 13.475 hectáreas compartida con el estado de Sinaloa. La leyenda cuenta que, durante el atardecer, en las barrancas se puede ver la imagen del demonio.
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