“No soy antropóloga, entonces, cuando la gente me comenta que estoy haciendo una reinterpretación yo les digo que no. Nosotros estamos creando nuestra propia narrativa”. Cristina Pérez-Reyes es la fundadora de Chuen, un estudio de diseño independiente que busca crear productos 100% mexicanos rompiendo con los estereotipos del mundo industrial y artesanal.
La idea de la artesanía en un contexto industrial suena un tanto arcaica. Por mucho tiempo los gobiernos y sociedades vieron el desarrollo en el metal, el plástico y la producción en serie. Hacer más con menos: más producto con menos inversión; más ganancia con menos gasto. De pronto, la artesanía se vio relacionada con las comunidades aisladas, como si no estuviera en el mundo contemporáneo.
En el estudio, una artista totonaca, estudiantes de la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes y egresadas de la Universidad Iberoamericana, conviven y trabajan principalmente con elementos prehispánicos y modernos entrelazados. Llevan a Chuen, el glifo solar maya del mono, el señor de las artes, que rompe con estructuras como bandera; y la frase “trabajar con el proceso artesanal no en el contexto en el que lo conocemos, sino llevarlo a un contexto moderno” como himno.
Trabajan con materiales de Oaxaca, técnicas textiles de todo el país, cosmogonía Maya y Purépecha, dando como resultado piezas textiles y editoriales elaboradas (en gran medida) en la Ciudad de México. El trabajo de Chuen busca generar una cadena de valor entre el México moderno y el ancestral que conviven hoy en día generando una cadena de valor.
“Hay que tomar toda esta tradición artesanal y la habilidad increíble que hay en México para irla perfeccionando y llevarla a la alta factura de este nivel que le dé el valor que necesitamos que tenga”, remata Cristina.
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