Lucero Soto es la mente maestra detrás de Lu Cocina Michoacana, el restaurante del Hotel Casino, ubicado en el centro histórico de Morelia. Desde este lugar crea platillos con un fuerte anclaje a la cocina tradicional purépecha, mediante el manejo de técnicas innovadoras y el uso de productos locales. La chef nos habló de sus lugares favoritos en la ciudad.
Día 1
Por la mañana
Una buena idea es empezar con un recorrido en el tranvía para conocer los edificios más emblemáticos de Morelia. Al terminar, vale la pena hacer una escala en el Museo del Dulce, donde se muestra la historia y el proceso de elaboración del dulce michoacano. Los tranvías salen justo frente al museo y ahí te vuelven a dejar.
Para la comida hay dos propuestas muy diferentes –la elección dependerá del ánimo de cada viajero–, una es Tata Mezcalería, que tiene un concepto muy juvenil y una cocina buenísima, muy actual. La otra opción es el restaurante Los Mirasoles, con una cava de vinos espectacular. Aquí se recomiendan sus tacos de chamorro, son deliciosos.
Por la tarde
Por nada del mundo hay que dejar de lado una visita al Palacio Clavijero, un antiguo colegio jesuita del siglo XVIII con una arquitectura que realmente sorprende por su magnificencia. En sus escaleras hay un gran mural cuyo tema está relacionado con personajes de la historia de Michoacán.
Más tarde, se debe ir a cenar a Lu Cocina Michoacana y disfrutar del folclor de los portales, ver la vida pasar en medio de música, de estudiantinas y de los morelianos gozando de su centro histórico.
Día 2
La sugerencia para el desayuno es Fonda Marceva, de cocina tierracalenteña, que se distingue por sus sabores recios. Después hay que irse caminando para pasar por la catedral, hasta llegar a la Calzada San Diego, la calle más bonita de Morelia, flanqueada de árboles y de las antiguas casas de verano de las personas que vivían en el centro. Es precisamente en los veranos cuando las familias se visitaban unas a otras y hacían las terturlias en la huerta, lo cual se convertía en una oportunidad para las señoras que querían lucirse con la preparación de sus dulces. De ahí viene la tradición de los ates, chongos y tantas otras maravillas.
Por la tarde
Ver el atardecer desde el bar de Los Juaninos es otro imperdible. Desde ahí puede observarse la Avenida Madero, padrísima.
Un gran plan para cuando ya vas de salida (rumbo a la ciudad de México) y quieres desayunar las mejores carnitas de Michoacán, es la parada en Carnitas Don Raúl, que están justo después de pasar una gasolinera (Gasolinera Poza Rica), que todos los morelianos ubican.