¿Qué cafés visitar en París?

Al ir a París –sobre todo si se hace por primera vez– hay una experiencia cliché que no debe faltar: visitar un café. Y si se quiere ser muy estricto, ese café debe ser el legendario Café de Flore, un lugar abierto en 1887, que ha recibido a personajes que van desde Pablo Picasso hasta Roman Polanski. Cualquier apasionado de la cultura apreciaría la lista de visitantes selectos que ha tenido este lugar. Por eso mismo, es fácil darse cuenta del romanticismo que lo ha convertido en el café más idealizado de París.

Sin embargo, ¿has intentado encontrar lugar en la terraza de este maravilloso lugar? Imposible. Es ahí cuando, después de unos minutos de frustración, te das cuenta de una cosa: no conseguir mesa en Café de Flore no va a arruinar tu experiencia parisina. Por suerte, hay miles de alternativas que vale la pena visitar. Aquí nuestros cafés favoritos.

La Palette

Sin duda, uno de los cafés más parisinos que visitarás. Aquí te encontrarás a una infinidad de estudiantes del École Nationale Superieure des Beaux Arts, por lo que se respira el ambiente bohemio. Y tiene un pasado que lo respalda: La Palette fue frecuentado por celebridades como Picasso, Hemingway y Jim Morrison. En cuanto a comida, una tabla de quesos y un Chablis son suficientes para disfrutar el lugar. Sin embargo, vale la pena probar el omelettte con prosciutto.

43 Rue de Seine

Café des Deux Moulins

Este café es una de las razones por las que la súper turística Montmartre sigue teniendo encanto, incluso para los viajeros veteranos de esta ciudad. Si te suena familiar, es porque lo has visto en la película Amélie (2001). Por esta razón, es un lugar muy concurrido. Si vas, no te pierdas los postres. Todos son garantía.

15 Rue Lepic

Les Deux Magots

Este café y Café de Flore tienen dos cosas muy importantes en común: la ubicación (Saint-Germain-des-Prés) y la selecta cartera de clientes. Aquí solía reunirse la realeza literaria, como Oscar Wilde y Arthur Rimbaud. Digamos que podría ser el archienemigo de De Flore. El servicio aquí es lento, pero vale la pena la espera: la comida –en especial los desayunos– son exquisitos. También es ideal para una tarde de vino y charcutería.

6 Place Saint-Germaine-des-Prés

Fouquet’s

Este lugar abrió en 1899 y, si lo visitas en marzo, te encontrarás a todos los actores nominados de los premios César. Al visitarlo, no te puedes perder el hachis parmentirer. Simplemente irresistible. Además, su ubicación en Champs Élysées le da una vista privilegiada para uno de los pasatiempos parisinos por excelencia: sentarse en un café con una copa de vino a ver pasar la gente.

99 Avenue des Champs Elysées

Le Select

Éste fue uno de los favoritos de Ernest Hemingway, Scott F. Fitzgerald y Kiki de Montparnasse.. Abierto desde 1923, este lugar resalta por su estética kitsch y por preparar unos escargots memorables. El servicio es lento –pero, siendo realistas, ¿qué cosa en París no lo es?–, pero una vez que pruebes la comida se te olvidará por completo.

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